Solo un 13,4% de los jóvenes valencianos (de 16 a 30 años) está emancipado y la edad media es de 29 años, lo que sitúa a la Comunitat como la segunda autonomía con menos personas jóvenes independizadas, por detrás de Cantabria y por debajo de la media estatal que es del 15,9%.
Son cifras que recoge el informe del Observatorio de Emancipación Juvenil de la Comunitat Valenciana relativo al primer semestre de 2022, y que se ha presentado este jueves el Consell Valencià de la Joventut (CVJ).
"La precariedad laboral, los salarios bajos y el encarecimiento del precio de la vivienda están detrás de las causas", según la vicepresidenta del CVJ, Esther Martínez. De hecho, las distintas realidades que aglutina el estudio así lo reflejan: el salario medio de los menores de 30 años es de 805 euros, por debajo del Salario Mínimo Interprofesional; para alquilar una vivienda completa tienen que destinar un 72,3% del sueldo y si comparten piso, un 37,6%.
El Consell Valencià de la Joventut reclama a las administraciones "medidas estructurales", por ejemplo, "regular el precio de la vivienda". Martínez valora de forma "positiva" algunas iniciativas ya adoptadas, como el bono de alquiler joven o el anuncio de construcción de viviendas públicas, pero "no son suficientes", insiste.
Por su parte, la presidenta del Consejo de la Juventud de España, Andrea G. Henry, agradece el foco político sobre la vivienda, pero pide que vaya más allá de promesas y anuncios. "Lo que no puede ser es que solo se hable de personas jóvenes cuando estamos en precampaña, cuando este colectivo ha sido el más afectado por la crisis de 2008, la del covid y la inflación", ha señalado Henry, al tiempo que ha denunciado que ser joven en España "es sinónimo de precariedad e inestabilidad".
Otras variable que recoge el informe del Observatorio de Emancipación es que uno de cada cuatro jóvenes valencianos con trabajo está en riesgo de exclusión social, que el 16,7% de los que viven fuera de la casa familiar lo hace en viviendas propias pero sin hipotecas pendientes de pago, es decir, en pisos heredados o donados por la familia, y otro 14,8 % de los emancipados vive en casas cedidas por familiares.
Desde el Consell Valencià de la Joventut alertan de las consecuencias económicas, sociales y también emocionales si no se adoptan medidas de forma urgente. "La incertidumbre económica está entre los principales factores de los problemas de salud mental entre los jóvenes", denuncian.
