El Ayuntamiento de Valéncia ha licitado el contrato que permitirá convertir los cinco cementerios municipales de la ciudad en la mayor planta pública urbana productora de energía solar de toda España. El gobierno local ha echado mano del “humor negro” para bautizar esta iniciativa y la ha llamado Proyecto RIP (“Réquiem In Power”).
La intención del Ayuntamiento es colocar más de 6.500 placas solares sobre las cubiertas de los nichos en todos los cementerios municipales de la ciudad. El consistorio calcula que el proyecto tendrá un coste de alrededor de cuatro millones de euros, que es el presupuesto de licitación del contrato. El concurso se divide en cinco lotes (uno para cada cementerio) y plantea un plazo de 207 días para la colocación de los paneles solares. En total está previsto colocar un total de 6.628 placas en los cinco cementerios municipales de València, lo que sumará una potencia instalada de más de 2.850 kilowatios.
El alcalde, Joan Ribó, explicaba el día de la presentación de este proyecto que las cubiertas de los camposantos son sitios ideales para instalar placas fotovoltaicas. Ribó añadió que “las ciudades no suelen tener tanto espacio como para una instalación de este tipo, pero detectamos una oportunidad de espacio en el techo de los nichos, que no ahora tienen ninguna utilidad, y que sin embargo tienen una buena orientación para instalar placas solares". Con esta iniciativa –dijo el primer edil- se quiere convertir la ciudad de València en "referente" en la producción de energía renovable y en la mitigación del cambio climático.
El Cementerio General será -con diferencia- donde más paneles se coloquen, ya que contará con dos estaciones diferentes que sumarán 4.500 placas. El resto se repartirán entre los cementerios del Cabanyal (1.437), Campanar (375), Benimàmet (259) y el Grao (146).