El Ayuntamiento de València ha dado a conocer los detalles del proyecto básico para urbanizar de manera definitiva la rotonda con la Torre Mirador situada en la entrada norte de la ciudad. La idea es transformarla un espacio bioclimático dedicado a la cultura urbana.
Después de más de una década de enfrentamiento, hace ahora casi un año el consistorio finalmente aceptó la cesión de este espacio, una vez el Gobierno de España solucionó los desperfectos que presentaba. Poco después el Ayuntamiento ya habilitó la zona para la práctica de deportes urbanos como el parkour o el skate.
El consistorio contempla ahora dotar a este espacio de fuentes de agua potable y generadores de energía con pérgolas solares para recargar vehículos eléctricos o dispositivos móviles. Además, se ajardinará la superficie y se instalarán zonas de sombra y un jardín vertical en la cara norte de la torre. El concejal de Emergencia Climática, Alejandro Ramon, explica que el proyecto dignificará este espacio, que tiene una ubicación estratégica:
El proyecto trata de promover la práctica de los deportes urbanos y, al mismo tiempo, ofrecer un espacio para expresiones artísticas ligadas a la música, la danza o las artes plásticas. Sin embargo, no aparece el rocódromo propuesto en su día por el alcalde, Joan Ribó. El Ayuntamiento calcula en 1,3 millones de euros la inversión total prevista para hacer realidad esta intervención. Está previsto que en 2023 se ejecute una primera fase con una inversión de 250.000 euros.