Desde el pasado 16 de septiembre el Valencia no conseguía una victoria. En aquel entonces fue ante el Atlético de Madrid en Mestalla y desde entonces el equipo de Baraja había sumado dos derrotas y dos empates. Hasta que apareció el capitán José Luís Gayá para abrir el marcador en lo que fue una plácida victoria ante el Cádiz.
Y es que el capitán, que además lucía un brazalete contra el cáncer de mamá, reaparecía tras estar lesionado. Y no pudo tener mejor vuelta que marcando un golazo nada más comenzar el encuentro. Aprovechó un pase en su lateral para lanzar una vaselina a la salida de Ledesma que se coló en la portería gaditana. Gol de maestro.
Con Pepelu y Javi Guerra llevando la dirección del partido, el equipo de Sergio González apenas inquietó la portería de Mamardashvili. Otro partidazo de Pepelu que provocó la expulsión de Robert Navarro por roja directa, El de Dénia se adelantó al futbolista gaditano y su pisotón sobre el tobillo del valencianista mereció la cartulina roja.
A renglón seguido Thierry metía un fantástico centro para que Hugo Duro se adelantara a todos los defensores y en el primer palo marcara el segundo para el Valencia.
Con un hombre menos el Cadiz, el Valencia se hizo dueño y señor del partido durante el resto de minutos hasta el descanso.
Segunda parte plácida
Con el marcador a favor y la presencia de 41.647 espectadores en Mestalla pese a la lluvia, los valencianistas apenas pasaron apuros durante los segundos cuarenta y cinco minutos. No hubo reacción gaditana ni tan siquiera cuando Sergio González decidió sustituir al ex valencianista Maxi Gómez que se llevó una sonora pitada de Mestalla.
Y con ese marcador de 2-0 se llegó al final del partido pese a que el Valencia aún dispuso de alguna que otra ocasión para haber hecho más grande la diferencia como en un gol anulado por fuera de juego a Yaremchuk que podría haber inaugurado sU casillero como valencianista a falta de diez minutos para el final.
La más clara para los gaditanos llegó a fala de un minuto para el final pero Mamardashvili volvió a sacar una mano prodigiosa para mandar el balón a córner.