La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de València ha dado su visto bueno este viernes a la evaluación ambiental del plan especial de protección del entorno del antiguo monasterio de San Miguel de los Reyes. El plan ordenará urbanísticamente un ámbito de más de 300.000 metros cuadrados, de los que casi 180.000 son terrenos no urbanizables, fundamentalmente huertas.
A pesar de su enorme valor tanto histórico como patrimonial, todo este entorno no tiene actualmente ningún instrumento urbanístico que lo ordene y proteja y presenta desde años hace una imagen de degradación. Una situación que tratará de solventar este plan especial, como explicaba el portavoz del gobierno local, el concejal Juan Carlos Caballero el día en que el Ayuntamiento inició el proceso de evaluación del documento:
Los redactores del plan proponen derribar el edificio de viviendas de diez alturas situado frente al monasterio que está declarado desde hace años fuera de ordenación porque afecta visualmente su contemplación. El documento plantea realojar a sus vecinos en un edificio de nueva planta, aunque el gobierno local todavía no ha tomado todavía ninguna decisión al respecto.
El documento plantea crear dos nuevas zonas residenciales lo más alejadas posibles del monasterio: una en la zona norte, pegada a los edificios de viviendas actuales y la otra al sur, junto a la Ronda Norte. También contempla desviar el trazado de la avenida Constitución a la altura del monumento para crear allí una gran explanada peatonal ajardinada y, como ya anunció el gobierno local hace unas semanas, crear un campo de fútbol que dará servicio a los barrios del norte de la ciudad.
