La Generalitat ha adjudicado de manera definitiva las obras de reforma de la Estación de Autobuses de València, que persiguen mejorar la seguridad y habitabilidad del recinto. Los trabajos supondrán “un lavado de cara” de este edificio construido en los años 60 del siglo pasado y que desde hace años presenta una imagen indigna para una ciudad como València. Más adelante el gobierno autonómico tiene previsto acometer una renovación integral de la estación.
De momento las obras adjudicadas, que costarán 561.000 euros, permitirán mejorar la iluminación, los accesos, la limpieza y el techado de la estación. En concreto está prevista la reparación de las entradas de agua y la pintura de los frentes del edificio a la calle con una coherencia cromática, así como de los paramentos horizontales y verticales del vestíbulo. También la sustitución de los dos frentes de carpintería de acceso desde la calle que, manteniendo la transparencia, incorporen puertas automáticas de vidrio, y se colocará carpintería acristalada entre el vestíbulo y el paso a la planta de andenes, que en la actualidad está abierto. Además, se modernizará la señalización, se ejecutará la habilitación integral de los aseos del vestíbulo, y se mejorará la iluminación exterior e interior que ayudará a recuperará y poner en valor la sensación volumétrica del edificio.
La Generalitat espera que con este “lavado de cara” se incremente el número de usuarios de la estación, así como atraer empresas a las oficinas y locales comerciales que alberga el edifico, la mayoría de los cuales están cerrados a día de hoy. En una segunda fase la Generalitat tiene previsto acometer una actuación estructural e integral en la estación de autobuses. En su día se anunció un concurso de ideas para llevar a cabo esta renovación más profunda, pero de momento sigue sin convocarse.