La Societat Valenciana de Medicina Familiar i Comunitària (SOVAMFIC) aplaude la implantación del uso obligatorio de la mascarilla en centros sanitarios aunque considera que "es una medida que debería haberse tomado antes". De hecho, la SOVAMFIC llevabaN días reclamando la mascarilla obligatoria, la dispensación de geles hidroalcohólicos y la determinación de espacios de separación o medidas de ventilación específicas para salas de espera de recintos sanitarios. Desde la Societat de Medicina Familiar Víctor Espuig insiste en que habría que tener más previsión ante el aumento de contagio:
SOVAMFIC considera que la celebración del Día de los Reyes Magos y el inicio del segundo trimestre escolar complicarán un más la situación de centros de salud y hospitales. Por eso, recuerdan que la mayoría de las personas contagiadas con virus respiratorios "deberían guardar reposo unos días, limitando los contactos o quedarse en casa hasta que se encuentren mejor y consultar solo con un profesional sanitario si se trata de personas de riesgo (mayores, embarazadas, inmunodeprimidos o con patologías crónicas) o si la evolución es desfavorable o con signos de gravedad".
Síntomas preocupantes
Recomiendan consultar con un profesional médico "si presenta síntomas y forma parte de grupos de riesgo (menores de un año, mayores de 65 años de edad, embarazadas, personas inmunodeprimidas o con enfermedades crónicas) o se siente muy enfermo o muy preocupado". Los principales motivos para acudir al centro sanitario ante un cuadro de gripe o cualquier otra infección respiratoria son: fiebre alta (mayor de 39,5ºC) o que dura (igual o superior a 38ºC) más de 4 días o que reaparece después de unos días sin fiebre; dificultad para respirar o sensación de falta de aire, respiración rápida o con sibilancias (“pitos” al respirar), se marcan las costillas al respirar; alteraciones en la coloración de la piel habitual (color pálido, grisáceo o azulado, piel moteada o que simula vetas de mármol); empeoramiento progresivo de los síntomas (malestar general, debilidad, fiebre, tos, expulsión de flemas, etc.), desde el inicio o tras un periodo corto de mejoría; vómitos intensos o duraderos o empeoramiento de enfermedades crónicas preexistentes".
En el caso de los adultos: "dolor o presión en el pecho (especialmente en el costado) o abdomen; debilidad o dolores musculares intensos que se prolongan más allá de 5-7 días; mareos constantes; confusión, dificultad para despertarse o desorientación; pérdida de la capacidad de orinar". Y si se trata de niños hay que estar pendiente de signos como: "cambios en el comportamiento (rechazo del alimento, irritabilidad, dificultad para despertar o no se mantiene en alerta ni interactúa cuando está despierto); dolor intenso o supuración del oído; incapacidad para la ingesta de alimentos (vómitos irrefrenables); diarrea abundante y muy frecuente; deshidratación; orina escasa o inexistente (por ejemplo, no mojar el pañal, saliva escasa o inexistente); movimientos anormales (convulsiones).