UGT-PV ha exigido a la Conselleria de Sanidad que "rectifique y anule la circular emitida a mediados de agosto por la cual se prohíbe con carácter general a las personas trabajadoras con algún tipo de reducción de jornada participar en los programas de productividad para luchar contra las listas de espera". El sindicato ha puesto el caso en manos de sus servicios jurídicos con el fin de "revertir esta instrucción" que considera "una clara discriminación hacia las mujeres, que son, "de forma mayoritaria (más del 85%) quienes se encuentran en situación de reducción de jornada para conciliar la vida laboral y familiar (7.600 mujeres frente a 1.300)".
UGT recuerda que envió un escrito el 23 de agosto a la Conselleria al tener conocimiento de que las gerencias de los departamentos de salud estaban denegando esta participación a las personas trabajadoras con reducción de jornada al considerarlas “no idóneas”. El sindicato ya advirtió de que se podría generar "una situación de discriminación". La instrucción no sólo supone un "mazazo" para avanzar en la igualdad de mujeres y hombres, sino que, además, "agravará la brecha salarial existente en el ámbito sanitario. También denuncian que esto "reducirá efectivos para poder luchar contra las listas de espera". Además, denuncian que con esta medida "se va en contra de lo acordado en la comisión de igualdad en la que precisamente se acordó flexibilizar las condiciones para que las mujeres en reducción de jornada pudieran acogerse a estos programas de productividad para combatir su escasa participación en este tipo de actividades, precisamente, una de las causas de la brecha salarial".
La Secretaria Sector Salud UGT-SP-PV, Eva Plana, considera que la conselleria está discriminando a muchas mujeres.
El sindicato explica, en un comunicado, su rechazo "de plano" a los argumentos de Sanidad de que es "incoherente reducir la jornada dentro del horario laboral (la mayoría, por cierto, de estas reducciones están relacionadas con el rol de cuidadoras de las mujeres con menoscabo económico) con participar de forma voluntaria, programada y fuera del horario laboral en estos programas". UGT considera que esta argumentación "denota una falta de conocimiento sobre las cargas que han de asumir las mujeres en un mundo en el que el reparto de los cuidados está muy lejos de ser equitativo, así como un torpedo en la línea de flotación en las políticas para reducir la desigualdad por razón de sexo" y supone, además, "un castigo a quienes solicitan medidas de conciliación".