La gripe es una enfermedad respiratoria aguda, caracterizada por su alta contagiosidad y aparición en forma de epidemias anuales. Las epidemias anuales suelen estar causadas por los virus A y B.
La gripe afecta fundamentalmente a niños y niñas, personas mayores, y personas con patologías crónicas, siendo en estas últimas más grave.
Este año, la coincidencia temporal con la pandemia por COVID-19, hace especialmente importante la vacunación de gripe para reducir las complicaciones causadas por ambas enfermedades.
La vacunación de la gripe estacional en la temporada 2022-23 como en temporadas anteriores va dirigida a los siguientes grupos de población:
Personas mayores a partir de 65 años. Se hará especial énfasis en aquellas personas que conviven en instituciones cerradas.
Personas con menos de 65 años que presentan un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe:
Menores (a partir de los 6 meses) y personas adultas con enfermedades crónicas cardiovasculares, neurológicas o respiratorias, incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma.
Menores (a partir de los 6 meses) y personas adultas con:
diabetes mellitus
obesidad mórbida (índice de masa corporal ≥40 en adultos, ≥35 en adolescentes ó ≥3 DS en la infancia)
enfermedad renal crónica y síndrome nefrótico
hemoglobinopatías y anemias
hemofilia, otros trastornos de la coagulación y trastornos hemorrágicos crónicos, así como receptores de hemoderivados y transfusiones múltiples
asplenia o disfunción esplénica grave
enfermedad hepática crónica, incluyendo alcoholismo crónico
enfermedades neuromusculares graves
inmunosupresión (incluida la originada por la infección de VIH, por fármacos – incluyendo tratamiento con eculizumab - en los receptores de trasplantes y déficit de complemento)
cáncer y hemopatías malignas
implante coclear o en espera del mismo
fístula de líquido cefalorraquídeo
enfermedad celíaca
enfermedad inflamatoria crónica
trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras
En este grupo se hará un especial énfasis en aquellas personas que precisen seguimiento médico periódico o que hayan sido hospitalizadas en el año precedente.
Menores entre los 6 meses y los 18 años de edad, que reciben tratamiento prolongado con ácido acetil salicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe.
Personas de cualquier edad (≥ 6 meses) institucionalizadas de manera prolongada.
Mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación y mujeres durante el puerperio (hasta los 6 meses tras el parto y que no se hayan vacunado durante el embarazo).
Menores entre 6 meses y los 2 años de edad, para los nacidos en prematuridad menor 32 semanas de gestación.
Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones:
Personal de los centros, servicios y establecimientos sanitarios, tanto de atención primaria como especializada y hospitalaria; pública y privada, así como personal de oficinas de farmacia. Se hará especial énfasis en el personal que tiene contacto mantenido con pacientes de algunos de los grupos de alto riesgo anteriormente descritos.
Personas que trabajan en instituciones geriátricas o en centros de atención a enfermos crónicos, especialmente quienes tengan contacto continuo con personas vulnerables.
Estudiantes en prácticas en centros sanitarios y sociosanitarios.
Personas que proporcionen cuidados domiciliarios a pacientes de alto riesgo o mayores (definidos en los apartados 1 y 2).
Personas que conviven en el hogar, incluidos los menores a partir de los 6 meses de edad, con otras que pertenecen a algunos de los grupos de alto riesgo, por su condición clínica especial (citados en el punto 2).o personas mayores a partir de 65 años (punto 1).
Otros grupos en los que se recomienda la vacunación:
Personas que trabajan en servicios públicos esenciales, con especial énfasis en los siguientes subgrupos:
Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, con dependencia nacional, autonómica o local.
Bomberos/as.
Servicios de protección civil.
Personas que trabajan en los servicios de emergencias sanitarias.
Personal de instituciones penitenciarias y de otros centros de internamiento por resolución judicial (incluyendo centros de acogida de inmigrantes).
Personal con exposición laboral directa a aves domésticas o a cerdos en granjas o explotaciones avícolas o porcinas y también a aves silvestres. La finalidad es reducir la oportunidad de una infección concomitante de virus humano y aviar o porcino, disminuyendo la posibilidad de recombinación o intercambio genético entre ambos virus.
En la vacunación de la población infantil con condiciones de riesgo se administrarán dosis de 0,5 ml a partir de los 6 meses de edad (independientemente de la vacuna administrada). En los menores de 9 años que se vacunan por primera vez, se administrarán dos dosis de vacuna con un intervalo mínimo entre dosis de 4 semanas. En las temporadas sucesivas se administrará una sola dosis
La vacunación de la gripe durante esta temporada 2022/23 se realizará conjuntamente con la vacunación de la dosis de refuerzo frente a la Covid-19 empezando por las residencias, mayores de 80 años trabajadores sanitarios y sociosanitarios, a continuación, se vacunarán los de 70-79 años y los de 65-69 años, menores de 65 años con factores de riesgo, y empresas generadoras de salud.
El cuadro gripal generalmente es benigno con una duración entre cuatro y cinco días por término medio.
La gripe se transmite de persona a persona a través de las secreciones respiratorias. El periodo de transmisibilidad se extiende desde 24-48 horas antes del inicio de los síntomas hasta 5-6 días después. El periodo de incubación es de 1-5 días.
La vacunación anual es la principal medida de prevención contra la gripe, siendo necesario vacunarse todos los años debido a que las cepas que componen la vacuna cambian de una temporada a otra.
La efectividad de la vacuna es aproximadamente de entre 40 y 60 % aunque puede variar en función de las cepas circulantes, vacunaciones previas y otras variables. El objetivo principal de las campañas de vacunación es proteger a los grupos de riesgo en los cuales la enfermedad es potencialmente más grave por sus complicaciones.
Otras medidas preventivas efectivas contra la gripe son: al estornudar utilizar un pañuelo desechable, lavarse las manos después de estornudar, beber bebidas calientes, ventilar periódicamente las habitaciones, evitar los locales cerrados y cargados de humo.