“Durante estos meses, el desgaste emocional está siendo muy importante, sobre todo por la disminución de las relaciones sociales y la falta de visitas médicas, que ha hecho empeorar la calidad de vida de muchos pacientes”, asegura.
Afortunadamente, el ritmo de vacunación está aliviando muchas de esas restricciones y, paralelamente, beneficiando al estado de ánimo de los pacientes crónicos. “La preocupación principal entre ellos ha sido el contagio, tanto propio como de seres queridos”, añade el doctor Mesones.
Y el futuro ¿cómo se plantea para los pacientes crónicos? “El progreso de la vacunación ha hecho que se vea presente y el futuro de estos pacientes y de la sociedad en general con mejores expectativas ya que permite la vuelta de los contactos sociales con menos restricciones”, asegura el responsable de Salud Mental.
Para ayudar a los pacientes crónicos a regular sus emociones y miedos el doctor Mesones aconseja evitar la sobreinformación, porque puede aumentar innecesariamente la preocupación y el estrés y generar angustia, ansiedad y miedo; mantener rutinas saludables, con horarios y actividad física y mental; seguir en contacto con otras personas, aunque no sea de forma presencial, sobre todo si son mayores o dependientes; realizar actividades para distraerse, porque disminuirá la tensión emocional y aumentará la sensación de bienestar; y fomentar el autocuidado de la salud, usando técnicas de relajación, cuidando las emociones y buscando siempre la parte positiva de cada situación.