Agentes de la Policía Nacional han detenido en la localidad de Alicante y de Callosa del Segura a tres personas en tres operaciones diferentes acusadas de los delitos contra los derechos de los trabajadores, favorecimiento de la inmigración ilegal y tráfico de mano de obra, al tener en sus empresas a varias personas en condiciones laborales muy por debajo de las mínimas legalmente garantizadas, abusando de su situación de vulnerabilidad, al ser migrantes que no dominan el idioma y desconocen sus derechos, encontrándose en sus mayoría sin contrato laboral, seguro de accidentes y sin permiso de residencia ni trabajo.
La investigación ha sido desarrollada por agentes del Grupo III de la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Alicante, tras detectar dos empresas que pudieran emplear a ciudadanos
extranjeros sin las garantías laborales establecidas, además de sin contrato y siendo explotados.
Recopilados los datos necesarios en ambos casos se estableció un dispositivo policial especial y se realizaron sendas inspecciones en las que colaboró la Inspección de Trabajo de Alicante.
En la empresa ubicada en Alicante, que se trataba de un lavadero de automóviles, los agentes del Grupo III de la UCRIF apoyados por la Inspección de Trabajo, localizaron a seis trabajadores, de los cuales, cinco son extranjeros, y dos de ellos en situación irregular. El arrestado propietario de la empresa obligaba a todos ellos a trabajar todos los días de la semana, de lunes a domingo, ya que si caían enfermos y no podían acudir al trabajo no les pagaban, cobrando la cantidad de 140 euros semanales a 4 euros la hora.
En la segunda empresa, sin relación con la anterior, ubicada en la localidad de Callosa del Segura y dedicada a la recolección y distribución de hortalizas, los policías localizaron a 16 trabajadores, todos de nacionalidad extranjera y 9 de ellos en situación irregular. Los trabajadores eran explotados sin respetar los más elemental normativa en materia de riesgos laborales en jornadas maratonianas de 06:00 de la mañana a 22:00 horas de la noche sin descanso ni para comer, siendo su principal labor la de pelar cebollas, siéndoles abonado el salario en relación a la cantidad de trabajo realizado, a razón de cinco céntimos de euro por kilogramo de hortaliza limpia, debiendo llegar a la cantidad de 100 kilos para cobrar la cantidad de 10 euros, una media de 1,6 euros la hora.
Los detenidos empresarios, dos hombres y una mujer, de nacionalidad española, de 32, 46 y 54 años respectivamente, fueron detenidos acusados de delitos contra los derechos de los trabajadores, tramitándose las correspondientes diligencias policiales para dar cuenta a la Autoridad Judicial competente.