Por este motivo, desde ASAJA Alicante queremos hacer un llamamiento masivo, en primer lugar, a los agricultores de las principales zonas regables del Trasvase, la Vega Baja y el Bajo Vinalopó y, en segunda instancia, a la población alicantina en general, para que en cuanto se conozcan las fechas concretas de los actos de protesta que se van a llevar a cabo durante el mes de abril, ofrezcan una respuesta unánime y muestren su máxima predisposición y asistencia masiva, si fuera necesario, con sus tractores y maquinaria agrícola para frenar este atentado contra la forma de vida del Levante, que se verá seriamente agraviada con la nueva modificación que Ribera promueve a toda costa. “Estamos en un momento crucial para el presente y futuro del Trasvase, puesto que este Gobierno ya se ha desenmascarado completamente y ha mostrado sus intenciones explícitas de acabar con la infraestructura, cediendo así a las peticiones y la fuerza infranqueable del Gobierno de Castilla-La Mancha, que ha conseguido que la sociedad de su comunidad nos vea como auténticos usurpadores de su agua, cuando, en primer lugar, los agricultores del Trasvase hemos pagado por cada gota recibida y, en segundo lugar, el agua del Tajo es de todos los españoles y de los de la cuenca, no de toda Castilla-La Mancha, por lo que cualquier ciudadano que no pertenezca a la cuenca del Tajo tiene el mismo derecho al agua”, denuncia el presidente de ASAJA Alicante, Eladio Aniorte.
Asimismo, Aniorte afirma que es el momento de salir del letargo y dejar de estar acostumbrados al atropello continuo que sufrimos durante años con el tema del Trasvase y dar un golpe sobre la mesa para no permitir de ninguna manera que se modifiquen las reglas de explotación y, mucho menos, teniendo en cuenta como ha procedido Transición Ecológica para conseguir que la votación del Consejo Nacional del Agua se haya saldado con una mayoría de votos a favor. “Es vergonzoso como este ministerio ha orquestado una votación que es una auténtica estafa política para acabar con el Tajo-Segura. En un momento de semi confinamiento de la población por el Coronavirus, con nocturnidad, alevosía y aprovechando la delicada coyuntura económica y social actual, este ministerio ha confeccionado el órgano del Consejo Nacional del Agua, al cual se le ha asignado la votación de modificación de las reglas de explotación del Acueducto. Una votación que se ha realizado sin consenso, sin diálogo, sin una reunión con todos los agentes implicados, anunciada de la noche a la mañana, sin ni siquiera reunión telemática, a puerta cerrada, bajo el envío de una papeleta con un “Sí” o un “No” por los miembros del Consejo Nacional del Agua. Órgano confeccionado a la medida de la ministra, Teresa Ribera, donde no hay ni un 10% de representación de los regantes del sureste, donde, como puede comprobarse en el Acta de votación, la inmensa mayoría de los votos “a favor” son de procedencia política, con Ribera a la cabeza, seguida de vicepresidentes, directores generales, representantes de ministerios, consejeros de diferentes comunidades autónomas, como de Aragón, Asturias, Navarra, La Rioja y hasta las Islas Canarias. Lo que deja patente que acabar con el Tajo-Segura es una decisión totalmente orquestada, que responde a intereses políticos, ideológicos, partidistas y no técnicos, y una medida arbitraria, que genera inseguridad jurídica y es nula de pleno derecho, por lo que, de llevarse a cabo, iremos a los Tribunales para que no se consolide”, asevera Aniorte.