La investigación se inició en agosto del pasado año 2020, con la finalidad de esclarecer un aumento detectado de asaltos a viviendas que se estaban produciendo en la localidad de Torrevieja. La investigación ha culminado con la desarticulación de un grupo criminal.
En total han sido detenidas 10 personas, cinco de ellas acusadas de 28 delitos de robo con fuerza en las cosas, un delito de robo en interior de vehículo y un delito de pertenencia a grupo criminal. A las otras cinco se les imputa un delito de receptación por la compra de los efectos sustraídos.
La investigación se ha llevado a cabo en dos fases, iniciándose la primera en diciembre de 2020, cuando agentes del Puesto Principal de Torrevieja acudieron a un aviso por una disputa entre varias personas. Una vez en el lugar, un testigo de los hechos aseguró que uno de los varones implicados quería obligar a los otros dos a robar en una vivienda. Tras negarse ambos a cumplir la orden, esta persona intentó apuñalarlos con un arma blanca.
A raíz de los hechos, la Guardia Civil de Torrevieja inició actuaciones para constatar lo ocurrido. Los primeros resultados de las investigaciones determinaron la existencia de un grupo criminal que asaltaba viviendas para robar en su interior, siendo el modus operandi de similares características en todos los casos.
Los autores accedían a los inmuebles de los vecinos del líder del grupo para robarles. De esta manera, una vez que el robo había sido perpetrado, aprovechaban la cercanía de cualquiera de las tres casas propiedad de él y de su madre, para esconderse con los objetos robados y evitar ser descubiertos por los agentes.
Todo el entramado era liderado por un varón español que contaba con varios miembros con roles perfectamente definidos. El propio líder del grupo, realizaba una meticulosa vigilancia antes de llevar a cabo los robos, centrando su objetivo en viviendas vacacionales. Entre sus métodos para asegurarse de que en el domicilio no residía nadie, se encontraba el de comprobar la habitualidad con la que el propietario del inmueble recogía la correspondencia del buzón. En una ocasión, un testigo de los hechos sorprendió in fraganti a los autores que le amenazaron con un puñal, logrando así escapar.
Antes de acceder a la vivienda inutilizaban las cámaras de vídeo vigilancia con tintes en spray. Para la apertura de la puerta utilizaban ganzúas y extractores de bombines y fractura violenta de la puerta de acceso principal. Incluso en ocasiones ponían en práctica el método de robo conocido como bumping, sistema que consiste en introducir en el cilindro de la cerradura una llave manipulada y golpear la misma con el fin de hacer bailar los pistones permitiendo su giro, y por ende, la apertura de la puerta, aún siendo ésta de seguridad.
En el registro de los tres domicilios en Torrevieja, los agentes intervinieron gran cantidad de los efectos que habían sido sustraídos en las viviendas, las prendas usadas para ocultar su rostro durante los robos, así como las herramientas que utilizaban para la fractura de las puertas de acceso. El valor de los efectos sustraídos asciende a 40.000 euros. A esto habría que sumar 10.000 euros en daños provocados durante los asaltos. Los efectos recuperados han sido identificados y devueltos a sus legítimos propietarios.
La investigación se ha saldado con la detención de cinco personas, cuatro varones (24, 43, 46) de nacionalidad española, marroquí y colombiana y una mujer española (38), por su presunta autoría en 28 delitos de robo con fuerza en interior de vivienda, un delito de robo con fuerza en interior de vehículo y un delito de pertenencia a organización criminal. Los detenidos han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Torrevieja, que ha decretado para dos de los varones el ingreso en prisión.
Segunda fase de la investigación
La segunda fase de la investigación se centró en los movimientos que los autores realizaban para la venta de los artículos robados. Como resultado de las investigaciones, los agentes averiguaron que cinco personas acudían de manera habitual a las viviendas en las que la banda ocultaba el material tras los robos. Allí se realizaba la receptación de los efectos con total conocimiento de su procedencia ilegal. Posteriormente las revendían en el mercado negro.
Por tales hechos, han sido detenidas otras cinco personas, de las que cuatro son varones (40, 46, 53, 65) de origen español, brasileño y portugués y una mujer de nacionalidad española (26), por a los que se les acusa del delito de receptación.