La Guardia Civil ha desmantelado un grupo dedicado a los robos en viviendas de las comarcas de la Vega Baja del Segura y del Medio Vinalopó. Así, la Benemérita ha logrado detener a cuatro integrantes de una banda por la comisión de 16 delitos de robo con fuerza en las localidades de Guardamar de Segura, Almoradí, Albatera, Novelda y Aspe.
Los detenidos son cuatro hombres de origen georgiano, de entre 30 y 45 años, que se encontraban de vacaciones en la localidad de Torrevieja cuando se cometieron los delitos. Actuaban frenéticamente en horario de mañana y con funciones claramente establecidas, unos vigilaban, otros accedían a las viviendas con los métodos ‘bumping’ e 'impresioning' y una quinta persona vendía los objetos robados.
Modus operandi: 'bumping' e 'impresioning'
La banda desmantelada utilizaba dos métodos diferentes para acceder a las viviendas. Por un lado el 'bumping', que consiste en la introducción de una llave trucada en el cilindro del bombín, que se golpea con un martillo para desbloquear los pistones y girarlos al mismo tiempo, de modo que los cacos pueden acceder a la vivienda de manera rápida y silenciosa.
Por otra parte, el método 'impresioning' se utilizar para lograr un duplicado de la llave sin que nos demos cuenta, puesto que se hace insertando láminas de aluminio en el bombín a la espera de que alguien introduzca la llave. El peligro de esta técnica reside en que no se fuerza la cerradura y no deja ningún rastro.
Se estima que el valor total del dinero y los objetos sustraídos alcanzaba los 100.000 euros. Esos sí, los investigadores pudieron localizar 150 piezas de joyería, 35 relojes y 26 gafas de alta gama y 600 euros en efectivo, todo ello valorado en 45.000 euros. Gran parte de esos objetos localizados han sido devueltos a sus legítimos propietarios.
Los cuatro detenidos, a los que se les imputan 16 delitos de robo con fuerza en el interior de vivienda, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción nº1 de Torrevieja, quien ha decretado su ingreso en prisión sin fianza, además de realizar la investigación de la quinta sospechosa, una mujer de 36 años y misma nacionalidad que los detenidos, quien supuestamente se dedicaba a la venta posterior de los objetos robados.