Durante el verano, debido a factores ambientales como el calor y los baños en piscinas se corre un riesgo más alto de infección debido a que el agua puede alterar la flora defensiva y facilitar, así, la presencia de las cistitis. El Dr. Francisco Javier Calahorra, jefe del servicio de Urología de los Hospitales Universitarios de Torrevieja y Vinalopó, del grupo Ribera, asegura que “las infecciones urinarias son tres veces más frecuentes en mujeres que en hombres”.
Las infecciones del tracto urinario, unas de las más habituales que se dan en verano, representan el segundo tipo de infección más común en el ámbito ambulatorio tras las infecciones respiratorias. La más frecuente suele ser la cistitis, que es el término que se utiliza en medicina para llamar a la inflamación de la vejiga. La mayoría de veces esta inflamación, conocida como “infección urinaria” que puede ser dolorosa y molesta, está causada por una infección bacteriana. Las manifestaciones más habituales suelen ser la sensación de ardor al orinar, orina turbia y con olor fuerte, sangre en la orina, molestias pélvicas, orinar de manera frecuente en pequeñas cantidades, y la necesidad irrefrenable y constante de orinar.
Las mujeres presentan un mayor riesgo de contraer cistitis, llegando a ser hasta tres veces más alto que en hombres. “La mayoría de mujeres sufren cistitis al menos una vez en la vida y una de entre cada cinco experimenta una segunda infección, conocidas como cistitis recurrentes”.
Una razón clave es su anatomía particular, ya que la uretra femenina es más corta que la masculina, lo que disminuye la distancia que deben viajar las bacterias para alcanzar la vejiga. Las mujeres que presentan un mayor riesgo de infección son aquellas que usan ciertos tipos de anticonceptivos como los diafragmas que contienen agentes espermicidas, las embarazadas y por último mujeres con menopausia.
“Las infecciones bacterianas de la vejiga pueden aparecer en las mujeres como resultado de las relaciones sexuales, no obstante, incluso las mujeres que no son sexualmente activas están expuestas a infecciones de carácter leve, ya que la zona genital femenina suele albergar bacterias que pueden causar cistitis” asegura el Dr. Calahorra.
Pare prevenir estas infecciones, según recuerda el Dr. Calahorra, “es importante aumentar la ingesta de agua, cambiarse el bañador y secarse la zona íntima después del baño, no utilizar desodorantes en espray o productos femeninos en la zona genital y lavar suavemente la zona. Algo que poca gente conoce es que la ingesta de arándano rojo sirve de prevención para aquellas personas con tendencia a contraer la infección”.
Estas infecciones del tracto urinario no presentan mucha gravedad, pero pueden llegar a ser muy molestas. En un principio no afectan a ningún órgano importante, pero si la infección no se trata con urgencia puede subir por la uretra hasta el riñón y agravarse.