AGRICULTURA

La lluvia da un respiro a la hortaliza de la Vega Baja tras los recortes de agua impuestos por la Confederación Hidrográfica del Segura

ASAJA Alicante pone en valor las últimas lluvias caídas en el campo de la provincia tras la sequía extrema que se viene sufriendo este último año.

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La lluvia da un respiro a la hortaliza de la Vega Baja tras los recortes de agua impuestos por la Confederación Hidrográfica del Segura
La lluvia da un respiro a la hortaliza de la Vega Baja tras los recortes de agua impuestos por la Confederación Hidrográfica del Segura | ASAJA Alicante

Las recientes precipitaciones aportan un atisbo de esperanza en los agricultores, especialmente a los que se dedican a cultivos de secano como el cereal, cuya última campaña fue en blanco por no haberse podido sembrar: la tierra estaba tan seca que ni siquiera pudieron desarrollaron raíces. Los cerca de 80 litros/m2 caídos en la zona norte de la provincia, donde encontramos olivos, cerezos, almendros, mesa de uva y vid, entre otros cultivos, se han visto favorecidos por esta agua que alivia un poco la extrema sequedad de la tierra, aunque el secretario técnico de ASAJA Alicante, Ramón Espinosa, puntualiza que “todavía falta mucha para que se pueda recuperar y las cosechas sean productivas”.

En Elche, la lluvia ha repercutido favorablemente en las hortalizas de invierno como la alcachofa o la coliflor, revitalizándolas para su desarrollo en la mata. Tras las restricciones al regadío impuestos por la CHS hace una semana, hecho que ASAJA Alicante criticó por la falta de previsión y por comprometer la rentabilidad de los agricultores que ya tenían sus hortalizas de invierno plantadas, las lluvias de unos 30 litros por metro cuadrado en algunos municipios de la Vega Baja ponen un poco de luz a una situación alarmante. "Esta lluvia y la que pueda venir los próximos días son un respiro para la huerta tradicional: limpian el polvo acumulado en el campo y rebajan el estrés hídrico”, asevera José Vicente Andreu, presidente de ASAJA Alicante y agricultor. "La lluvia cuando caen más de 30 litros por metro cuadrado permite que los árboles y las plantas, además de rebajar el estrés hídrico, respiren mejor".

Respecto a los cítricos, aunque cuesta más que cale el agua que en las hortalizas, Andreu asegura que estas precipitaciones "le han ahorrado" una semana de riego en su explotación de limones, naranjas y pomelos de Torremendo (Orihuela), hecho crucial ante la escasez hídrica que se está viviendo por la falta de gobernanza hídrica estable que existe en este territorio. Además, los cítricos que están en el árbol aumentan el calibre y eso tiene beneficios a la hora de su comercialización.

No obstante, ASAJA Alicante está pendiente de la evolución de las precipitaciones y espera que sigan llegando sin episodios bruscos de granizo o lluvias torrenciales que puedan causar daños en los cultivos que se encuentran en desarrollo.