Tras nueve campañas de excavaciones, el MARQ ha concluido los trabajos arqueológicos en el yacimiento de Laderas del Castillo, en Callosa de Segura. Una inversión de más de 140.000 euros ha permitido documentar durante este tiempo numerosos restos de lo que en su día fue una de las aldeas preshistóricas más densamente pobladas de la provincia.
El equipo dirigido por Juan A. López Padilla, arqueólogo del MARQ, y Francisco Javier Jover Maestre, profesor de Prehistoria de la Universidad de Alicante, ha finalizado el proyecto, llevado a cabo durante casi una década, con la cubrición y protección de las estructuras exhumadas en el enclave. Un último paso destinado a salvaguardar los restos aún conservados que han permitido recuperar para la arqueología de Alicante uno de los yacimientos más relevantes de la conocida como “Cultura de El Argar”.
Los trabajos, iniciados con unas prospecciones sobre el terreno realizadas en junio de 2012, han contado desde el principio con la colaboración del Ayuntamiento de Callosa de Segura y del director del Museo Arqueológico Municipal “Antonio Ballester Ruiz”, Miguel Martínez Aparicio y ha permitido investigar una de las sociedades de la Edad del Bronce más avanzadas de Europa Occidental.
En su momento de máximo apogeo, la aldea de Laderas del Castillo pudo llegar a superar las dos hectáreas de extensión. El asentamiento estaba organizado en grandes terrazas escalonadas, sobre las que levantaban sus casas los habitantes del poblado, y las dataciones realizadas han permitido constatar que esta gran aldea comenzó a ocuparse hacia el año 2300 a.C. -poco después de que en Egipto se levantaran las pirámides-, y no se abandonó hasta casi 700 años más tarde, - pocos siglos antes de que Tutankhamon fuese enterrado en el Valle de los Reyes-.
Asimismo, se han descubierto hasta nueve tumbas y los análisis que se están realizando permitirán saber también las relaciones parentales que pudieron existir entre ellos y su procedencia. A diferencia de lo que ocurría en otros lugares de Europa, los habitantes de Laderas del Castillo enterraban a sus difuntos dentro de sus propias casas, una costumbre típica de la cultura argárica que se interpreta como una manera de que los vivos permanecieran cerca de sus antepasados.
Especialmente destacado fue el hallazgo en 2013 de unas figurillas de terracota con forma de bóvidos, que fueron objeto de una pequeña exposición temporal en el MARQ y posteriormente en el Museo Arqueológico de Callosa de Segura. El conjunto representa una de las pocas evidencias materiales relacionadas con el mundo simbólico y las creencias en la sociedad de El Argar, que hasta ahora se consideraba una cultura prácticamente iconoclasta.
También los desperdicios de sus comidas han aportado una información muy valiosa sobre sus rebaños, principalmente ovejas, cabras, bueyes y vacas. En definitiva, un gran acopio de información que el MARQ pondrá pronto a disposición de la comunidad científica y del público en general.