Cuando finalice la intervención, dos centenares de árboles de ribera, muchos de ellos de gran porte, habrán sido plantados por Anse apoyados por maquinaria que prepara el terreno para tal fin. Olmos (Ulmus minor), álamos (Populus alba), saúcos (Sambucus nigra) o fresnos (Fraxinus angustifolia) son algunas de las especies que están siendo utilizadas para la mejora ambiental de los terrenos elegidos para la actuación, la segunda de este tipo que se realiza en este mismo lugar. La plantación ha sido dotada de riego por goteo para garantizar un rápido desarrollo de los árboles, hasta que alcancen el nivel freático con sus raíces. Durante los próximos dos años se realizarán tareas de mantenimiento adicionales para garantizar el adecuado desarrollo del bosque.
El bosque de ribera se encuentra prácticamente desaparecido en la Vega Baja, pero reporta innumerables beneficios tanto ambientales como paisajísticos y lo que resulta más relevante desempeña importantes servicios a la sociedad a través de la retirada de gases de efecto invernadero, la depuración las aguas o la reducción la temperatura ambiental y del agua por el sombreado, indica la concejala Chazarra.
Estas actuaciones se enmarcan dentro de un proyecto que cuenta con el soporte de la marca FontVella, denominado NATURAQUA2000: Corredores para la biodiversidad de la Red Natura 2000 en el río Segura” y que persigue contribuir a la restauración ecológica de los sistemas riparios de la Cuenca del Segura y avanzar en la aplicación de la Custodia del Territorio.