La alerta la dio un vecino sobre las tres de la tarde e informó que una persona de avanzada edad se estaba ahogando y que no podía moverse debido a que se encontraba encajado en el interior del vehículo y no podía salir.
De inmediato, los agentes que se encontraban de servicio acudieron a la zona indicada por el familiar.
El rescate tenía que ser rápido, ya que el vehículo iba progresivamente hundiéndose y el accidentado mostraba síntomas de agotamiento e hipotermia, que hacía presagiar un mal desenlace.
Después de localizar el lugar exacto del accidente, los agentes, observando como el turismo se encontraba prácticamente sumergido en el agua, y su conductor asomando vagamente la cabeza por un pequeño espacio de una de las ventanillas, y teniendo serias dificultades para respirar, los policías, sin tiempo que perder, se lanzaron al agua. Mientras un agente sujetaba la cabeza del varón por el escaso hueco de la ventana, otro de los policías consiguió una herramienta que fue utilizada para romper el cristal y los agentes pudieron desencajar el cuerpo del interior del vehículo.
Y así y con mucho esfuerzo los policías consiguieron colocar al conductor, en un primer instante, sobre el techo del vehículo y, posteriormente, lo trasladaron hasta el margen de la acequia, y con ayuda vecinal lograron sacarlo del agua.
Finalmente, el accidentado, aunque presentaba síntomas de hipotermia, no necesitó ingreso hospitalario, y la policía realizó el rescate con éxito y sin lamentar males mayores.