El interesado público ha podido conocer las diferentes singularidades de los viñedos y la idiosincrasia de la viticultura matera y, por contrapartida, el peligro que les amenaza, puesto que están en grave riesgo de desaparecer.
Esas singularidades se refieren a que en ellos se mantienen una agricultura tradicional de secano, ecológica que es necesaria para mantener el equilibrio de la biodiversidad, especialmente, en aquellos que se sitúan dentro del parque natural. Se han recogido hasta 20 variedades diferentes, algunas únicas como la Esclafacherre, frente a la agricultura intensiva y extensiva de monocultivos que predomina en la actualidad. Por su proximidad al mar, el hálito marino otorga a sus vinos un peculiar sabor a sal. Además de su resistencia a la escasez de precipitaciones, la insolación y suelos arenosos (hasta en un 80%), no les afecta la plaga de la Filoxera, por tanto, se trata de viñedos prefiloxéricos, escasísimos en Europa. Con una formación en vaso adaptada al característico viento de Levante y una maduración muy temprana que llega adelantarse a finales de julio, solo superada en Fuerteventura. Su explotación se lleva a cabo dentro del parque por los llamados colonos, un regimen de latifundismo extemporáneo, trabajan una tierra propiedad del Estado.
La viticultura matera remonta sus orígenes siglos atrás. Está documenteda, por ejemplo, por José Montesinos en el siglo XVIII: «(...) especial vino que embarcan para Francia, Alemania, Génova, Italia, Nápoles y Portugal, el que luego que se siente la humedad del mar, se vuelve muy exquisito y especial». Estos vinos fueron reconocidos y premiados por calidad en diferentes exposiciones internacionales (1888 y 1929). Es tal su personalidad que cuenta con su propio diccionario: derroñar, majencar, pajuela, dar vara, borrones, cepos, etc.
La ruta ha trascurrido por los senderos del parque y en diferentes puntos han intervenido: Julio García Soler (Ingeniero Técnico Agrícola y Máster en Agroecología. Funcionario de la Conselleria de Agricultura. Trabaja experimentación e investigación con temas fundamentalmente de viticultura y agricultura ecológica), Cayetano Gil Paredes (vecino de La Mata, viticultor y gran conocedor de la historia del lugar, con una propuesta de Parque Cultural para este espacio con Mariano Galant, historiador local, y coautores del libro «Real Salina de La Mata. Auto del deslinde de 1763» ), Andrés Carull Gandía en representación de la bodega Casa Balaguer que apuesta por el mantenimiento y preservación de este patrimonio vitícola, natural y paisajístico y están muy comprometidos con ello y elaboran como hace más de miles de años, en tinajas de barro y de forma artesanal (Ingeniero técnico agrícola y licenciado en enología por Universidad Politécnica de Valencia y Enología Buerdeos3 en Burdeos), Hilarión Pedauyé Armengol en representación de Sopla Levante, un proyecto genuino de búsqueda de variedades perdidas u olvidadas (Máster en Viticultura y Enología, Universidad Miguel Hernández. Wine Spirits Education Trust Nivel 3 . Pass with distinction. Diploma de Estudios Avanzados “Gestión y conservación de la biodiversidad y sus hábitats” especialidad Botánica. Universidad de Alicante, Centro Iberoamericano de Biodiversidad. Licenciado en Ciencias Ambientales, Universidad de Granada). Como coordinadora y en representación de Ars Creatio, Ana Meléndez (Licenciada en Historia y Máster en Gestión Cultural) que aportó, a los 40 inscritos en la ruta, una visión general del espacio, aclaró cómo es el desconocido funcionamiento de las salinas y su relación con los colonos y los viñedos y aportó referencias documentales e históricas de los viñedos y vino de La Mata. Además, explicó que este curso se ha iniciado un proyecto educativo de recuperación de viñedos con alumnos del IES Mare Nostrum para su integración socio-laboral.
En el trascurso de la ruta interpretativa se leyeron breves fragmentos dedicados a las viñas seleccionados de «Las Memorias de un matero, Justo Gil Perelló», se debatieron posibles soluciones y, como no podía ser de otra manera, finalizó con una cata de Sopla Levante y Casa Balaguer ofrecieron y un aperitivo matero ofrecido por Ars Creatio.
Cuando hablamos de los viñedos de La Mata, en palabras de Hilarión Pedauyé, estamos ante «un oasis entre urbanizaciones, un vergel de agrobiodiversidad o un museo al aire libre». Estas calificaciones ofrecen una imagen contundente de su extraordinario valor y, con las jornadas que ha presentado Ars Creatio, se ha querido generar la imprescindible conciencia entre los ciudadanos y las autoridades que pueda evitar su pérdida. Para proteger nuestros viñedos urge actuar.