Además de estos elementos, la población arroja al inodoro otros productos que provocan graves problemas en los procesos de depuración y afectan al medio ambiente como pinturas, aceites, detergentes, jabones, medicamentos o plaguicidas, entre otros.
El concejal responsable del Ciclo Integral del Agua del Ayuntamiento de Torrevieja, Antonio Vidal, junto a la gerente adjunta de AGAMED, Gemma Cruz, y la jefa del área de Alcantarillado de la empresa mixta, Dina González, han presentado la campaña de concienciación denominada “El monstruo de las toallitas”, sobre la importancia de las prácticas correctas y el buen uso de las toallitas de baño y otros residuos sólidos como mascarillas, guantes, bastoncillos, colillas de cigarrillos, etc. que pueden afectar al funcionamiento de las estaciones depuradoras de agua residuales (EDAR).
Cada año, toneladas de residuos acaban en las redes de alcantarillado y en las depuradoras. Parte de estos residuos que tiran los ciudadanos por el inodoro, no son biodegradables y generan obstrucciones en estas instalaciones. Asimismo, a esta problemática, se ha unido en los últimos años la presencia masiva de mascarillas y guantes. Sólo en el último año, la depuradora que recoge las aguas residuales de Torrevieja recogió un total de 256 toneladas de residuos, gran parte de los cuales corresponden a estos elementos.
Asociadas a estas obstrucciones, AGAMED atendió durante el último año en torno a 260 incidencias en los bombeos y en la red de alcantarillado.
Dada esta situación, el Ayuntamiento de Torrevieja y AGAMED han decidido lanzar una campaña destinada a concienciar a la población sobre la necesidad de hacer un correcto uso de la red de alcantarillado. Así, la campaña contempla la difusión, a través de los medios de comunicación y redes sociales, de información a la población sobre esta temática, de manera que pueda llegar a todos los sectores.
En el caso de las toallitas, de uso infantil, desmaquillantes o para higiene y cuidado corporal, los problemas generados implican la presencia de madejas de fibras textiles y plásticos, las cuales, unidas a otros muchos residuos vertidos inadecuadamente por el wc, atascan los alcantarillados de la ciudad; generando lo que a nivel social ya se ha denominado como “el Monstruo de las cloacas”. Porque, aunque muchos de estos envases marcan que se trata de productos biodegradables, realmente no son fácilmente desintegrables, puesto que el tiempo que tardan en degradarse es considerablemente elevado.
Las instalaciones más dañadas por este hecho, además de las redes por donde circula el agua de manera continua, son las estaciones de bombeo de aguas residuales, que requieren limpiezas constantes, con las consecuentes molestias de olores y ruidos que esto ocasiona a los vecinos de la zona donde se ubiquen las bombas. También se ven dañadas las rejas y tamices de desbaste de la estación depuradora, que sufren colapsos y roturas por la llegada de los acúmulos de toallitas. Tampoco se debe olvidar que la vida útil de todas las infraestructuras hidráulicas está asociada al buen uso que se realice de las mismas.
Arrojar estos elementos implica un encarecimiento de aproximadamente el 15% en el coste de mantenimiento de las redes e infraestructuras de alcantarillado y saneamiento, incluyendo la gestión de los residuos generados, lo que supone un sobrecoste de unos 500.000 € adicionales al año en el municipio de Torrevieja.
Además de estos elementos, la población arroja al inodoro otros productos que provocan graves problemas en los procesos de depuración y afectan al medio ambiente como pinturas, aceites, detergentes, jabones, medicamentos o plaguicidas, entre otros.