Hoy en la localidad pacense de Monesterio y en la cacereña de Cañaveral, no hay otro tema de conversación que la buena noticia de la creación de cientos de puestos de trabajo al explotarse las minas de níquel y litio. En el caso de Cañaveral, nos explica su alcalde, Jacinto Durán, entre los vecinos hay disparidad de opiniones, aunque el consistorio está muy ilusionado. También cuenta que si todo sale adelante, tal y como se planea, con más de 400 puestos fijos, muchos son los vecinos que quieren volver a su pueblo. Por su parte, el alcalde de Monesterio, Antonio Garrote, asegura que es una alegría ya que llevaban cuatro años con la mina de Aguablanca paralizada y, dice, han buscado muchas alternativas. Y es que el litio ha saltado a primera plana en Extremadura tras conocerse el gran proyecto de extracción y fabricación de baterías y componentes en Badajoz y Cáceres. Un metal que los expertos califican de petróleo blanco y es esencial para las nuevas tecnologías. En esa línea, la delegada en la región del Colegio de Geólogos, Isabel María Martín, nos ha recalcado que Extremadura es una potencia a nivel europeo y con tal peso que nuestro litio puede condicionar el mercado automovilístico de la Unión Europea. Otra gran ventaja que tenemos es que en Extremadura el litio se extraerá de piedras de pizarra por medios mecánicos y su procesado no necesita de sustancias agresivas como los ácidos, por lo que su impacto medioambiental es bajo. Además, el litio está en todas partes, no solo se utiliza para baterías recargables, sino que se usa hasta para productos médicos que tratan enfermedades siquiátricas.