Con motivo del Día Nacional de la Atención Primaria de Salud, desde el Consejo Médico Extremeño de Atención Primaria (COMEXAP) y las organizaciones que lo componen reivindican la importancia de la atención primaria en nuestro sistema nacional de salud, ya que, según indican en nota de prensa “además de ser la puerta de entrada al sistema, somos el nivel asistencial que resuelve la mayoría de los problemas de salud de la población”.
En su manifiesto por este día también destacan la “merma de recursos económicos y humanos que viene sufriendo la Atención Primaria de salud” y que “seguimos apelando, incluso en esta prolongada situación de precariedad y dificultad, al orgullo del médico de familia y pediatra por pertenecer al primer nivel asistencial y a la pasión por realizar bien su trabajo, a pesar de la crónica falta de recursos humanos y materiales, junto a la incomprensión y la crítica de algunos”.
Priorizan, además, “la necesidad de proteger a los médicos y al resto de profesionales de atención primaria en su trabajo diario ante las agresiones que vienen sufriendo”. Ya que “consideran imperiosa la necesidad de implementar medidas preventivas como la presencia de Guardias de seguridad en todos los Centros de Salud y una normativa legal más protectora y disuasoria contra las agresiones”.
El COMEXAP añade también en su nota reivindicativa un decálogo de objetivos “que, tras muchos años de reivindicación, lamentablemente siguen estando sin resolver”:
1. La Atención Primaria es el eje del sistema sanitario, y así debe ser reconocida a todos los efectos: incremento presupuestario, una dotación finalista y exclusiva para la AP, una dotación adecuada de recursos humanos, aumento de la capacidad de realización de pruebas diagnósticas...
2. La Atención Primaria debe liderar, por tanto, la gestión de los procesos del enfermo crónico dentro del sistema sanitario y social, incluyendo la coordinación con el nivel hospitalario, centros geriátricos y de discapacitados, asociaciones de pacientes…
3. Médicos de familia y pediatras deben, a su vez, liderar la toma de decisiones relacionadas con la organización y gestión de los recursos sanitarios.
4. Dado su papel central en el sistema sanitario, los médicos de familia y pediatras deben tener acceso al catálogo completo de pruebas complementarias según indicación razonada y criterios de eficiencia clínica.
5. El ejercicio de la Medicina en Atención Primaria debe tener un entorno profesional y laboral atractivo: estabilidad, incentivación basada en criterios profesionales, reconocimiento de la penosidad (turnos de tarde, soledad, dispersión, alta presión asistencial, zonas de difícil cobertura…).
6. Las agendas deben adecuarse a una asistencia de calidad, con un tiempo mínimo de 10 minutos por paciente, siempre teniendo en cuenta el contexto socio demográfico y eliminando toda actividad burocrática que no tenga justificación clínica, facilitando al máximo su realización.
7. La gestión de la Incapacidad Temporal debe tener un diseño basado en criterios clínicos, evitando la multiplicación de informes que requiere la nueva regulación, y haciéndola extensiva a todos los niveles asistenciales.
8. La receta electrónica debe extenderse a todos los niveles asistenciales y a todo el Sistema Nacional de Salud, en un formato ágil y que garantice la interoperabilidad, así como el acceso al historial médico integrado a nivel nacional.
9. La formación en Atención Primaria debe empezar en la universidad, con la creación de un área de competencias en Medicina de Familia y la definición de competencias específicas de Pediatría de AP en la formación de pregrado, adecuando los criterios de acceso a la docencia universitaria a la realidad de la Atención Primaria.
10. Facilitar el acceso de los profesionales de AP a las actividades formativas y promover la investigación teniendo en cuenta las características propias de dicho nivel asistencial.
A pesar de todo -dicen- “seguiremos dando lo mejor de nosotros en la atención a nuestros pacientes”.