Tres personas han sido detenidas en la provincia de Burgos y otra en la de Badajoz como presuntas autoras de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas y de un delito de pertenencia a organización criminal, entre ellas el principal cabecilla con roles de dirección, supervisión y la comercialización del producto en fase final, E.G.B., de 34 años. Los otros detenidos en Burgos son L.G.L.A., de 33, y G.M.C., de 25, y el cuarto, detenido en la provincia extremeña, es J.E.G.P., de 61.
Además y según informa la Guardia Civil, esta actuación, denominada en Operación 'Langibo', ha permitido además destapar un entramado de empresas dedicadas al cultivo de cáñamo con fines industriales, cuyas cosechas se redirigían al mercado ilícito.
En total se han practicado dos registros en la provincia burgalesa que han permitido aprehender 115 kilogramos en cogollos de marihuana (desechando tallos y hojas) e inspeccionado dos plantaciones para intervenir 4.000 unidades de cáñamo en fase de crecimiento. La Guardia Civil estima que se ha evitado el tratamiento y aprovechamiento de 10.000 plantas cuyo destino final era la obtención de marihuana y su posterior introducción en el mercado negro.
Los hechos se remontan al pasado mes de octubre cuando se obtuvieron indicios de la presencia de plantas de marihuana en el interior de una nave agrícola ubicada en una localidad de La Ribera. Según destacan desde el Instituto armado, un "amplio y eficaz dispositivo policial" confirmó las sospechas y permitió localizar en un antiguo molino de otro municipio "otra importante cantidad" de ésta sustancia, que culminó con dos registros autorizados en presencia de los propietarios.
Según relatan las mismas fuentes, la línea de investigación abierta llevó hasta dos localidades de la provincia de Badajoz y en cada una de ellas se localizó una plantación de cáñamo que fue inspeccionada; una en invernadero con dos hectáreas de extensión y la segunda en abierto de cinco.
El resultado constató una producción total de 10.000 plantas en ambas fincas para uso industrial, "muchas ya transportadas a Burgos", y se corroboró la existencia de varias empresas "que supuestamente amparan
no sólo la producción de cáñamo (cannabis sativa) industrial/medicinal -para obtener fibras, semillas o grano de la planta-, sino también el transporte de la cosecha, tratamiento y su posterior destrucción".
Finalmente, se identificó a cuatro personas implicadas en el entramado que gestionaban, asesoraban, realizaban funciones de
logística y llevaban a cabo labores de cultivo para estas mercantiles.
Desde la Guardia Civil han destacado el "pormenorizado y exhaustivo estudio" de la documentación aportada por los empresarios que permitió confirmar que carecían de autorización para realizar actividades relativas al cáñamo y que estaban inhabilitados para manipular estupefacientes (cogollos o sumidades floridas), aunque durante los registros a las naves se halló maquinaria para la extracción y separación de cogollos y tallos, "lo que confirmaría el interés
en la obtención de la droga".
La Guardia Civil explica que las pesquisas desmontaron la "falsa cobertura legal" ya que tampoco aportan justificación documental del destino legal de la materia obtenida en el proceso.
Esta operación ha permitido desarticular una organización criminal, jerarquizada, estructurada, con reparto de funciones y dotada de cierta logística, que empleaba empresas legalmente constituidas para amparar el cultivo del cáñamo, dar cobertura a sus transacciones y bajo esta falsa lícita actividad desviar las plantaciones al tráfico de drogas, mediante su distribución y venta clandestinas.
Según apuntan las mismas fuentes, es la primera operación que se efectúa en Burgos sobre este asunto y ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Aranda de Duero, donde han sido entregadas las diligencias, y llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Burgos.