FERROCARRIL

El mantenimiento de las viejas estaciones de Badajoz y Plasencia penalizará en 45 minutos el viaje del ferrocarril a su paso por Extremadura

Es una de las conclusiones del libro “Pasado, presente y futuro del Ferrocarril en Extremadura” editado y presentado hoy en Badajoz por el Club Senior.

Cristina Martínez Mangas

Badajoz | 25.05.2021 14:16

El mantenimiento de las estaciones de Badajoz y Plasencia penalizará en 45 minutos el viaje del ferrocarril a su paso por Extremadura
El mantenimiento de las estaciones de Badajoz y Plasencia penalizará en 45 minutos el viaje del ferrocarril a su paso por Extremadura | Ondacero

El Club Sénior Extremadura ha reconocido que sí cree "ahora" que se van a cumplir los plazos de puesta en servicio del ferrocarril extremeño en el tramo entre Badajoz y Plasencia en 2022, aunque ha considerado no obstante que el mantenimiento de las viejas estaciones penalizará en 45 minutos la duración del viaje entre ambas localidades.

En concreto, el ingeniero de caminos y miembro del Club Sénior Extremadura Antonio González ha recalcado que se dijo que el tren de altas prestaciones entre Badajoz y Plasencia se iba a poner en servicio en 2019 pero que "ha ido evolucionado hasta la situación actual".

"Y ahora sí que creemos que esto se va a cumplir, se ha dicho muy recientemente que en el año que viene, 2022, se pondrá en servicio definitivamente la línea", ha aseverado.

Así se ha puesto de manifiesto en la presentación en el Colegio de Farmacéuticos de Badajoz del libro 'Pasado, presente y futuro del ferrocarril en Extremadura', cuyos autores, los ingenieros de caminos Antonio González Jiménez y Norberto Díez González, pertenecen al equipo de infraestructuras del Club Sénior y han dado a conocer la obra acompañados del presidente de dicho club, José Julián Barriga.

En su intervención, Barriga ha destacado que, junto a otras iniciativas de interés general para los extremeños sobre la energía; los jóvenes, el paro y la emigración; las residencias de mayores y la situación que han padecido en la pandemia, o el informe general de la situación económica y social de Extremadura que ha sido objeto de "atención preferente" en el último Debate sobre el Estado de la región, en esta ocasión presentan un libro en torno a un tema "siempre de actualidad" que "ojalá dejara de serlo en los próximos tiempos", como el ferrocarril extremeño.

Sin embargo, ha continuado, "queda todavía mucho tiempo, probablemente años" para seguir ocupándose, pidiendo y reivindicando "el cumplimiento, no solo de las promesas, sino también de los proyectos", al tiempo que ha detallado que el libro abarca tanto el desarrollo histórico del ferrocarril extremeño, como el estado de las obras.

También las "preocupaciones" del equipo de expertos del Club Sénior en el desarrollo de estos trabajos y dos puntos "importantes" como cuánto van a durar ya los viajes y en qué estado se encuentran las obras.

Así, la primera parte del libro está centrada en un repaso por la historia de los procesos de implantación del ferrocarril en Extremadura y las dificultades que atravesaron los diferentes trazados, junto a apuntes sobre su futuro, en relación a lo cual Norberto Díez ha explicado que las condiciones que debe cumplir cualquier infraestructura que se pretenda hacer, en este caso cualquier ferrocarril, pasa por estudiar su trazado, lo cual dará el importe aproximado de la inversión.

Asimismo, ha agregado que hay que estudiar su viabilidad medioambiental y "sobre todo" su rentabilidad socioeconómica, ante lo cual ha recalcado que Europa va a pedir a todas las infraestructuras que se hagan en territorio europeo que, con independencia de que sean financiadas con fondos europeos o nacionales, se estudie su rentabilidad social, que implica todos los costes y los llamados "costes externos", para proceder posteriormente a un estudio coste-beneficio para ver si la línea es o no rentable.

En relación al pasado, el libro pone de manifiesto que, desde la invención del tren como medio de transporte, Extremadura siempre tuvo una consideración instrumental, y el ferrocarril no se trazó como servicio público para los extremeños, sino como un medio "estratégico" para comunicar dos países o dos grandes capitales como Madrid y Lisboa, o como arteria de relación del norte y sur peninsular a través de los territorios más occidentales. También para facilitar la exportación de los recursos naturales de la región, como los fosfatos de Cáceres.

La segunda parte del libro recoge los informes periódicos elaborados por el equipo de infraestructuras del Club Sénior durante los últimos cuatro años sobre el desarrollo de las obras del tren de alta velocidad Badajoz-Madrid y, en concreto, González se ha referido al sexto informe que dedica una especial atención a los tiempos de duración de los viajes en el nuevo ferrocarril, aún a falta de conocerse el tipo concreto de tren que circulará, sus características de velocidad máxima o las velocidades medias en cada tramo de la vía convencional.

Así y de acuerdo con los cálculos realizados y utilizando los informes oficiales ha visto "razonable" estimar que la duración del viaje entre Badajoz y Plasencia a través del nuevo trazado se acortará en 50 minutos, un ahorro "apreciable" pero "no acorde" con la inversión realizada, dado que el mantenimiento de las actuales estaciones, especialmente las de Mérida y Plasencia, "penalizan muy considerablemente los tiempos de desplazamiento".

Al respecto, ha apuntado que, de haberse construido las nuevas estaciones en línea inicialmente previstas e "incomprensiblemente pospuestas", se hubieran ahorrado otros 45 minutos en el referido trayecto.

El equipo redactor de los informes de seguimiento del Club Sénior ha reiterado igualmente en varias ocasiones el "grave problema" que significará, para hacer competitivo el ferrocarril frente a la carretera, los tiempos de duración de los desplazamientos derivados del mantenimiento de las viejas estaciones extremeñas y sus accesos; mientras que por otra parte en este sexto informe señala también algunos de los retrasos y dificultades.

Entre ellos, el hecho de que en tres de los tramos del ferrocarril entre Navalmoral de la Mata y Plasencia aún no hayan comenzado las obras contratadas hace casi dos años salvo un leve movimiento de tierras en la zona de Casatejada, en relación a un tramo en el que es "muy difícil" que pueda entrar en servicio, electrificado, antes de que comience el año 2027.

Sobre el tramo castellano-manchego, han planteado que se deben gestionar "eficazmente" los tiempos para conseguir "recuperar parte de los 17 años perdidos negligentemente", de manera que "se deben agilizar mucho los trámites para ponerlo en servicio antes de 2030", han expuesto.

Los trabajos técnicos del Club Sénior llevados a cabo por personas de "dilatada" trayectoria profesional para analizar todo el proceso de construcción del nuevo ferrocarril extremeño tienen como "único objetivo" colaborar a evitar que, "de nuevo", los retrasos o la "deficiente" gestión de los proyectos "volvieran a frustrar las expectativas y las esperanzas que los extremeños habían depositado en este medio de comunicación", explica este colectivo.

En los diferentes informes, ha recordado, se han denunciado las "prolongadas interrupciones" de algunos trabajos, como los del viaducto sobre el río Tajo, los "enormes retrasos injustificados" como los del comienzo de las obras de plataforma de varios tramos entre Plasencia y Navalmoral de la Mata y la rescisión de algunos contratos. "Y el peor de los retrasos, el sufrido por el tramo castellano-manchego no ya de unos cuantos meses, sino de 17 años", ha concluido.