La rehabilitación de la muralla abre el libro de la historia de la ciudad al aparecer un pasillo fortificado. Hallan un muro lateral, se busca otro y se detecta que el lienzo está intacto desde hace casi 300 años.
Ayer el alcalde de Cáceres Luis salaya visitó el hallazgo más importante aparecido en la ciudad después de las ruinas romanas del Palacio de Mayoralgo y la Cisterna de San Roque.
Fue durante su visita a las obras de restauración de la muralla con cargo al 1,5% cultural del Ministerio de Cultura y tiene que ver con el Baluarte de los Pozos.
El relleno de la terraza del Baluarte, al menos en sus niveles superiores, está documentadodesde finales del siglo XVIIcomo procedentes de las demoliciones, tierras y restos de obra nueva, de la construcción del convento de los Jesuitas y del templo de San Francisco Javier. Ya entonces en un acta del concejo de la ciudad se decía «que se deje de rellenar ese espacio por el riesgo de que dañe a la muralla».
Se trata de una antiguo patio de armas que fue rellenado con los ripios de la cosntrucción de la iglesia de San Francisco Javier en 1721 y que se ha vuelto a excavar para poder intervenir y reparar una fisura que ha aparecido en la muralla de Cáceres en sus obras de restauración; no está decidido todavía si se volverá a cubrir o si será visitable en el futuro.
