El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha visitado en la tarde de este pasado este miércoles el Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear en Cáceres, junto al secretario de Estado de Cultura, Víctor Franco, consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Nuria Flores y el alcalde de la ciudad, Luis Salaya, dentro de la visita oficial que el ministro de Cultura realiza a Extremadura.
Se trata de la primera visita que el ministro Iceta realiza a un centro museístico de titularidad autonómica desde su nombramiento en julio de este año.
El Museo Helga de Alvear cumple ocho meses desde su apertura en febrero de este año, y en la actualidad expone una selección de 145 obras, un cinco por ciento de la colección Helga de Alvear, elaborada a propósito de la inauguración del nuevo edificio del museo, obra del arquitecto Emilio Tuñon, y que aspira este año al Premio Europeo de Arquitectura Mies van der Rohe.
La muestra inaugural se distribuye en cuatro plantas, que supone cerca de 3.000 metros cuadrados de espacio expositivo y brinda la posibilidad de explorar en esculturas e instalaciones de gran formato, así como pinturas, fotografías, dibujos y videoinstalaciones de más de cien artistas, según informa la Junta de Extremadura en nota de prensa.
La exposición está compuesta por creadores procedentes de 26 países diferentes, con una presencia mayoritaria de artistas españoles (cerca de un tercio), estadounidenses y europeos, pero también con muestras del arte procedente de otras partes del globo -desde Vietnam, Venezuela, Sudáfrica o Corea del Sur, hasta Hungría, Brasil o Suiza.
Se trata de un recorrido expositivo que comienza con Francisco de Goya, como el primer artista contemporáneo, y sigue con una propuesta expositiva formada por más de un 60 por ciento de obras realizadas en los últimos 20 años (y casi 50 de ellas entre 2011 y 2020).
La muestra presenta obras de artistas tan destacados como Olafur Eliasson, Kandinsky, Picasso, Louise Bourgeois, Helena Almeida o Ai Wei Wei, entre otros.
Además, es la primera vez que la mayoría de obras se exponen en una institución museística. Es el caso, por ejemplo, de Faux Rocks (2006) de Katharina Grosse - un volumen pintado de siete metros de ancho que en su día sorprendió a todo aquel que tuvo oportunidad de verla en la Galería Helga de Alvear-, o de Power Tools (2006) de Thomas Hirschhorn, que sólo estuvo expuesta una única vez en el Kunstmuseum Wolfsburg y ahora ha vuelto a ver la luz.