La localidad cacereña de Piornal revivirá los días 19 y 20 de enero una de las fiestas más ancestrales y concurridas de la región con la figura de Jarramplas como protagonista, que recorrerá las calles del pueblo para recibir una lluvia de 30.000 kilos de nabos como castigo de la población a este peculiar ladrón de ganado.
Esta emblemática fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional en 2014, espera recibir a miles de personas para participar de una tradición que se une a la devoción por el patrón de la localidad, San Sebastián, a través del personaje de Jarramplas, ataviado con un colorido traje y una máscara que llega a pesar hasta 45 kilos.
Los actos principales se desarrollarán el domingo 19 y lunes 20 con las salidas del Jarramplas a las 11,00 y a las 16,00 horas para recorrer las calles del pueblo y ser ajusticiado con el lanzamiento de nabos por parte de la población como castigo por sus fechorías.
Todos los detalles de este ancestral festejo se han dado a conocer este martes en una rueda de prensa en la que ha participado la vicepresidenta Primera de la Diputación de Cáceres, Esther Gutiérrez, junto al alcalde de la localidad, Javier Prieto; los Jarramplas de este año, Guillermo Merchán y Rubén Pérez, y los mayordomos de la fiesta.
Gutiérrez ha recalcado que se trata de una fiesta que supone "una seña de identidad" de la localidad y un revulsivo económico para toda la comarca, ya que atrae a miles de visitantes con el consiguiente desarrollo local y turístico de la comarca del Valle del Jerte.
El alcalde de Piornal, Javier Prieto, ha resaltado el papel de las personas que encarnan Jarramplas, que tienen que esperar años para poder enfundarse en el personaje. De hecho hay una lista de espera hasta 2056 por lo que lo habitual es que los padres apunten a los niños desde pequeños para ser Jarramplas cuando les llegue el turno.
De hecho, este año se vestirán Guillermo Merchán y Rubén Pérez, que llevan 18 años esperando el momento de vetirse con el traje hecho de retales de colores y una máscara con cuernos y crines de caballo. "Es un sentimiento muy grande", han dicho ambos, al tiempo que han explicado que ser Jarramplas conlleva una preparación física y mental para poder soportar el traje y la lluvia de nabos.
El alcalde ha incidido en que los "verdaderos protagonistas" son los mayordomos, Jarramplas y la ciudadanía en su conjunto que trabajan "por mantener la identidad, por crear arraigo y por hacer que la gente tenga apego a su pueblo".
Además de las salidas de los Jarramplas, la fiesta incluye un concurso de dibujo, máscaras y manualidades, además de ofrendas a San Sebastián y rondallas por las calles.
SEGURIDAD Y NORMAS
En cuanto a las normas de seguridad, se recomienda no lanzar nabos desde lejos puesto que se puede fallar el tiro y dar a alguna persona. Tampoco se pueden lanzar nabos cuando los mayordomos están atendiendo al Jarramplas, y en caso de accidente o algún problema hay que asistir al punto de asistencia médica.
Asimismo, hay que tener precaución en las calles estrechas porque pueden sufrir aglomeraciones y se recomienda protegerse la cara con el brazo cuando es está en las cercanías de Jarramplas para evitar golpes.
En cuanto al dispositivo de seguridad estará compuesto por 38 agentes de Seguridad Ciudadana, nueve componentes de la Usecic y 26 patrullas de la Agrupación de Tráfico, que se encargarán de la vigilancia y control de los accesos y salidas a la localidad con controles de alcohol y drogas.
Por parte de Protección Civil se contará con alrededor de 30 voluntarios de Piornal y de otras localidades y, asimismo, Cruz Roja aporta una ambulancia de soporte vital avanzado, otra de soporte vital básico, un vehículo de intervención rápida, además de médicos y enfermeros, llegando a 12 voluntarios.