Beatriz Magro y Nuria Morales, como a muchos jóvenes de Extremadura, les tocó abandonar su pueblo, Fregenal de la Sierra, para buscarse la vida en la capital. Ellas fueron más allá y Beatriz decidió darle la vuelta al mundo. Un experiencia que le acercaría al té milenario kombucha.
Una idea que tras barajarla con su mejor amiga, que se conocen desde la adolescencia, Nuria, decidieron darle vida.
Fueron Nuria y la madre de Beatriz quienes arrancaron con las primeras pruebas en la casa de ésta en Fregenal. Y de ahí salió Komvida que ahora da trabajo en este pueblo pacense a más de 100 personas. Siendo la madre de Beatriz la primera persona contratada, quien a sus más de 50 años aún no sabía lo que era una nómina.
Ahora además de abarcar el 70% del mercado español de kombucha y con proyectos internacionales también tienen un rinconcito en el centro de Madrid dedicado exclusivamente a Komvida en todos sus sabores.
Ellas son el ejemplo de dos mujeres luchadoras, apasionadas con crecer y apasionadas con crear un impacto claro además de con fomentar el empleo femenino, no solo en Fregenal de la Sierra sino allá por donde vayan.
