El Tren Regional Express Madrid-Cáceres que ha salido a las 18,14 horas de este jueves desde la estación de Atocha ha sufrido un incendio cuando circulaba a la altura de Leganés, que ha obligado a parar el convoy y transbordar a los 166 pasajeros que viajaban en él. Los viajeros han sido transbordados a un tren de reserva, un Alvia 730, donde han continuado con su viaje hasta el destino en Cáceres, según informaba Renfe, señalándose que el incendio no ha provocado daños personales. Sin embargo, aquellos pasajeros con destino Plasencia, Mirabel y Cañaveral deberán bajarse en las estación de Monfragüe, donde Renfe les habilitaba taxis que les han transportado hasta sus localidades. Renfe ha explicado que el "conato de incendio" registrado este jueves en Tren Regional Express Madrid-Cáceres "no ha supuesto siquiera una avería grave", por lo que el convoy "va a experimentar una reparación rápida en taller y va a entrar en servicio rápidamente, en menos de dos días". Según han señalado fuentes de Renfe, la avería tiene relación con la rotura de un manguito del combustible, que es lo que ha ardido, tras lo que "el fuego fue apagado rápidamente", y los 166 pasajeros no han sufrido daños. Tras esta incidencia, se ha cortado tensión de estación y se ha activado un tren de reserva, de la serie 730 de Alvia, a la espera a que se restablezca para llevar a viajeros a destino. El tren de reserva ha llegado pasadas las 21,00 horas de este jueves a Leganés para recoger a los viajeros con destino Extremadura, ya que los que iban hacia Talavera la Real han sido transbordados a un tren Media Distancia anterior. Este tren de reserva no ha pasado por Plasencia, por lo que viajeros que tenían destino en esta localidad, junto con los de Mirabel y Cañaveral se han bajado en la estación de Monfragüe, desde donde han sido trasladados a sus destinos en autobús o taxis. Finalmente, Renfe destaca que "rápidamente" ha reaccionado, de acuerdo con los protocolos puestos en marcha y acordados con la Junta de Extremadura, y puso en circulación un tren Alvia 730 de reserva, que "ha permitido prestar servicio a todos los viajeros del tren regional 599 original".
REACCIONES
Hoy, la presidenta del PP de Extremadura, María Guardiola, ha pedido la dimisión de la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, que, hace poco, hablaba de incidencias aisladas y residuales en el tren extremeño. Guardiola dice que el tren de la vergüenza se ha convertido en un símbolo de la dejadez del gobierno de Sánchez, la sumisión del gobierno de Vara y la deuda que tiene España con Extremadura. Asegura que a partir del 28 de mayo, si es presidenta, ocupe quien ocupe la Moncloa, va a encontrar en Extremadura a una mujer infatigable hasta que se arregle el caos de infraestructuras que sigue estigmatizando a la región. Por su parte, el coordinador regional de Ciudadanos, Fernando Baselga, califica el incidente de impresentable, ya ha puesto en peligro la vida y la integridad de las personas y que los problemas con el tren deben solventarse al 100 por cien. Baselga dice que no es cuestión de ceses sino de tener un plan efectivo y apunta al presidente Vara como responsable si pasa algo grave.