El campo extremeño sigue mostrando su preocupación por el acuerdo comercial de Mercosur con América del Sur. Las Organizaciones agrarias urgen por la necesidad de establecer cláusulas espejo, que igualen las exigencias medioambientales a ambos lados del charco. Preocupando sectores que podrían quedar muy maltrechos como los cerealistas, fundamentalmente para maíz y arroz.
En la cara de la moneda se sitúan los productores de aceite, vino o fruta fresca, sectores que exportan más de lo que importan en la región y la bajada de aranceles podría incrementar las ventas a países como Argentina, Perú y, sobre todo, Brasil.