El presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, ha criticado que el Ministerio de Agricultura no permita el uso de fitosanitarios que contengan dicloropropeno como así ha ocurrido en Italia, donde acaban de aprobar en su marco regulatorio la aplicación de 'Telone II', producto que contiene esta sustancia.
Un producto que reclaman los cultivadores de tabaco en el norte de Extremadura, donde se acumula el 96% de la producción nacional de tabaco, y que consideran que serán objeto de "competencia desleal" por parte de los productores italianos.
En Italia podrán utilizar, por tanto, este fitosanitario, que tiene un impacto "muy positivo en el desarrollo y vigor de las plantas, y en la calidad y cantidad de la cosecha".
Sin embargo, en España por primera vez ha sido prohibida su utilización, en un "claro incumplimiento" de los compromisos de Luis Planas, que aseguró que, entre sus 43 medidas ofrecidas al sector agrario para que no hubiera más tractoradas, y que finalmente no firmó Asaja, estaba la aplicación de la denominada 'no competencia desleal', es decir, la aplicación de las mismas normativas que otros países dentro de la Unión Europea como Italia. "Es inaudito la irresponsabilidad", critica Ángel García Blanco.
Por otro lado, ha criticado la apuesta del Ministerio de Sanidad por la cajetilla genérica, lo que ahondará "aún más en el abandono del cultivo del tabaco", dado que las multinacionales compraran "cualquier tipo de tabaco sin garantía alguna, frente al extremeño, que se encuentra bajo criterios medioambientales y certificado".
Esta medida "favorecerá el contrabando ilegal y la apuesta por el cáñamo como sustituto del tabaco", con lo que se cambia "el cigarrito por el porrito".
En esta línea, lamenta que no se tengan en cuenta el auge de productos como el tabaco calentado, que es "mucho menos perjudicial", pero "desgraciadamente" la apuesta de Sumar pasa por "incentivar la marihuana".
"No encontramos otra explicación en estas dos medidas más que un agravio comparativo más a nuestra región extremeña y a sus producciones", señala García Blanco, quien asegura que si el cultivo estuviera en Cataluña "otro gallo cantaría".
Finalmente, asegura que con estas dos medidas al tabaco extremeño "le quedan dos campañas como mucho para su desaparición", al tiempo que recuerda que el sector es el "motor" de las comarcas de La Vera y Campo Arañuelo, con casi 1.900 agricultores y 18.000 familias que viven de un cultivo que tiene "un claro enfoque de trabajo femenino".
Por todo lo anterior, Asaja Extremadura apela a los productores de tabaco, a los ayuntamientos y mancomunidades para retomar las movilizaciones en defensa de "un sector vital para la economía regional", y anima a la sociedad civil y pide a todos los partidos políticos de Extremadura un "apoyo firme y decidido para salvar" el cultivo de tabaco.