Imane Saadaoui, 30 años de edad, con un hijo de apenas 14 meses, llevaba dos años viviendo en la céntrica Calle Ramón y Cajal de la localidad cacereña de Valencia de Alcántara y ayer se convirtió en la triste protagonista de la crónica más negra de Extremadura. Su pareja de 41 años, la asesinaba sobre las doce y media de la noche de ayer martes. Fue el propio hombre quién llamó a la Guardia Civil para confesar el crimen, no pudiendo hacer nada ya los servicios sanitarios cuando acudieron al domicilio. El detenido tenía antecedentes por violencia de género con la víctima, si bien, actualmente, el caso se encontraba inactivo.
La Junta de Extremadura se ha hecho cargo del bebé de 14 meses, hasta no encontrar a familia extensa, ya que tanto víctima como asesino confeso tienen nacionalidad marroquí. La localidad de Valencia se ha mostrado consternada ante el hecho, ayer a las siete se producía una concentración a las puertas del ayuntamiento, el municipio ha declarado tres días de luto oficial, y las banderas ondearán a media asta.
Las condenas ante este nuevo asesinato machista han sido unánimes. La ministra de Igualdad, Irene Montero, expresaba ayer a través de sus redes sociales "rabia y dolor" ante el asesinato. El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, condenaba el homicidio incidiendo en su perfil de twitter en que la sociedad sigue teniendo un "gran reto por delante" en cuanto a la violencia de género. También La presidenta de la Asamblea, Blanca Martín y los líderes de los partidos políticos extremeños, María Guardiola, David Salazar e Irene de Miguel también manifestaban su pesar y condena en sus perfiles en Redes ante lo sucedido. Hoy al mediodía se guardará un minuto de silencio en recuerdo de la víctima. Convocado en Mérida, Cáceres y Badajoz.
Las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en Extremadura ascienden a 13 tras el último caso y asciende a nivel nacional a 36 en este año 2022, y a 1.166 desde 2003, cuando se empezaron a recopilar datos. El último asesinato machista en Extremadura fue el de Sofía Tato que tuvo lugar en el año 2017 en Arroyo de la Luz
Recordarles ese número el 016, número de denuncia contra la violencia machista, que no deja rastro en la factura telefónica pero que debe ser borrado del registro de últimas llamadas en el teléfono móvil.