La consejera de Movilidad, Transporte y Vivienda de la Junta de Extremadura, Leire Iglesias, ha visitado este lunes las obras de construcción del nuevo puente sobre el río Tajo en la EX-117, en Alcántara (Cáceres), "una obra histórica que lleva esperando cerca de 2.000 años y que, en este momento, ya es irreversible, una realidad, ya que está todo listo para empezar su desarrollo, su proceso constructivo".
La nueva infraestructura, paralela al puente romano, "será lo más respetuosa posible con el medio ambiente y el entorno, buscará preservar una infraestructura histórica como el puente romano de Cayo Lácer y mejorar La movilidad, procurando la vertebración territorial".
Asimismo, Iglesias ha destacado que esta obra cuenta con un presupuesto de 17 millones de fondos propios de la Junta de Extremadura, y ha puesto en valor que "las empresas que están desarrollando el proyecto (Rover, Placonsa y Senpa) tienen mucho arraigo, implantación, personal y tejido productivo en la región".
El objetivo fundamental de la nueva infraestructura es mejorar la movilidad y seguridad vial en esta carretera para evitar que el tráfico de vehículos continúe circulando por el puente romano de Alcántara y proteger así este monumento histórico.
La infraestructura actual quedará destinada exclusivamente al tránsito peatonal y potenciará el turismo de visitantes atraídos por el mítico puente y por la nueva infraestructura, informa en nota de prensa la Junta.
Por tanto, esta actuación servirá para velar por la conservación del patrimonio cultural y dará además cumplimiento al compromiso de la Administración regional con esta comarca a través de la construcción de una nueva infraestructura viaria que libere de tráfico rodado al actual puente romano de Alcántara, que con sus dos mil años de historia es Monumento Histórico Artístico Nacional desde 1924.
La nueva variante que se construirá en la carretera autonómica EX-117 contará con una longitud de 705 metros. En esta actuación destacará una nueva estructura sobre el río Tajo que tendrá una longitud total de 409,50 metros en tres tramos claramente diferenciados.
El primer tramo o puente principal, donde convivirá el tráfico rodado y el peatonal, será de 267 metros e irá en paralelo al monumento romano por uno de sus laterales y a la presa de la central hidroeléctrica José María de Oriol por el otro.
Este primer tramo constará de un arco principal de 180 metros que salvará el cauce del río. El arco de tablero superior creará una perspectiva armónica con el entorno y estará en perfecta simbiosis con el puente romano, ya que se ha buscado el minimalismo y la austeridad para no robar un ápice de protagonismo al monumento histórico.
El segundo tramo o muros laterales de contención, de 34,5 metros de longitud, dará continuidad al circuito peatonal mientras que el tercer tramo o viaducto de acceso discurrirá paralelo a la carretera actual y tendrá una longitud de 108 metros.
Además, habrá una pasarela peatonal de 3,5 metros, que estará físicamente separada de la calzada, y permitirá la puesta en valor del monumento, ya que es parte de un anillo de circulación a través del cual el turista podrá realizar un recorrido completo a pie entre los dos puentes, un recorrido que partirá de un nuevo aparcamiento.