La sexta campaña de excavaciones en el entorno del yacimiento tartésico del Turuñuelo, en Guareña comenzará en breve y se prolongará hasta finales de mayo o principios de junio, después del gran éxito obtenido durante la anterior con el descubrimiento de los cinco rostros que se convirtieron en un auténtico fenómeno mediático.
El investigador científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Sebastián Celestino ha explicado, antes de ofrecer una conferencia en Badajoz, que uno de los grandes objetivos de esta nueva fase es encontrar la puerta principal de entrada al entorno, que se busca desde hace varios años.
Según ha precisado, esta búsqueda continúa hacia el este, "pues estos edificios se orientaban hacia la salida del sol", con la esperanza de que la puerta sea encontrada, ya que lo hallado parece que las excavaciones se acercan a este logro, además de que "alguna vez hay que encontrarla”.
Un total de 10 investigadores y seis peones llevarán a cabo estas labores.
Tras los éxitos de las últimas excavaciones “ahora hacen falta también cuestiones de infraestructura, como cubrir, proteger, restaurar y poner al día” el entorno “para que la ciudadanía pueda visitarlo”, ha dicho.
Los rostros hallados durante la anterior campaña continúan en Madrid después de haberse realizado distintos análisis para conocer "qué piedra es, de donde viene o los pigmentos que tiene”, y esta semana comenzarán las tareas de limpieza, que durarán unos dos meses antes de su regreso a Badajoz.
Sebastián Celestino ha reconocido que los investigadores “no esperaban tanto revuelo” tras el descubrimiento de estos rostros pues “se consideraba un hallazgo muy importante” para el propio sector pero no con tanta repercusión mediática a nivel global".
No obstante, ha reconocido que esta circunstancia ha servido además para ubicar a Extremadura en el mapa de la arqueología, pues “no mucha gente conocía los trabajos que se realizaban en la comunidad autónoma”, hallazgo impulsado además con un claro sello extremeño.
Durante la conferencia se ha trasladado cómo ha cambiado el paradigma de la civilización tartesa en los últimos años a raíz de estas excavaciones en El Turuñuelo.