Los comités de empresa de los tres centros de trabajo de Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT) han anunciado que se suman a la manifestación convocada por la Plataforma Sí a Almaraz, Sí al Futuro este sábado, día 18, en Almaraz, para defender la continuidad de esta central y han pedido a todos los empleados de CNAT participar en la misma.
A esta iniciativa se han unido también los comités de empresa de todas las centrales nucleares españolas en operación, han informado los comités de empresa en nota de prensa.
Así, los representantes de los trabajadores han advertido de que van a continuar en "esta lucha" porque no renuncian a la Central Nuclear de Almaraz ni van a abandonar a los trabajadores ni a los ciudadanos del Campo Arañuelo y de Extremadura.
De este modo, los sindicatos han asegurado que "no hay motivos" que justifiquen el cierre de Almaraz, "una de las mejores centrales nucleares del mundo, avalado así por la Asociación Mundial de Operadores de Centrales Nucleares (WANO)".
En el comunicado, han recordado que la central es "un ejemplo en el mundo de seguridad, fiabilidad y profesionalidad" y que se encuentra en las "mejores condiciones técnicas para seguir operando, incluso hasta los 80 años como ya se ha autorizado para la central de North Anna (Virginia, EEUU), gemela de Almaraz".
También han señalado que "con el cierre de Almaraz se pondría fin a una de las mayores industrias de Extremadura, que es un centro de empleo estable, de larga duración y altamente especializado que genera 3.000 puestos de trabajo (además de las 1.200 personas adicionales que se incorporan en cada recarga)".
Además, han advertido de que su cierre tendría "efectos devastadores para Extremadura" y provocaría su "empobrecimiento, pérdida de calidad de vida y, en última instancia, la despoblación de la zona".
Por último, los Comités de Empresa de Almaraz-Trillo destacan que con el plan de cierre de las nucleares, España perderá, "una vez más, el tren del progreso y del desarrollo", al poner fin a la industria nuclear, y que se acabará "con una fuente que garantiza la soberanía energética de España, forma parte de la taxonomía verde y a la que la nueva Comisión Europea ha manifestado su apoyo".
