El cura detenido este pasado lunes en la localidad pacense de Don Benito, junto con otro hombre, recepcionaba la sustancia estupefaciente por paquetería, procedente de otros países de la Unión Europea y posteriormente la distribuía a consumidores de la comarca y también la enviaba a distintos puntos de la geografía española.
Así lo desprende de la investigación de la Guardia Civil de esta operación, denominada 'Botafumeiro', en el que el cura de esta localidad y otro hombre han sido detenidos como presuntos autores de un delito contra la salud pública al traficar con drogas, y que, tras pasar a disposición judicial este pasado martes, el sacerdote quedó el libertad mientras que el otro detenido ingresó en prisión.
La investigación ha sido desarrollada durante los últimos cinco meses por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas de la Guardia Civil de Badajoz, tras detectar cómo dos vecinos dombenitenses se estarían dedicando a traficar con drogas desde su propio domicilio, el del sacerdote.
Según relata la Guardia Civil en nota de prensa, supuestamente los responsables de la acción delictiva recibían las sustancias mediante envío por paquetería para su posterior distribución y venta fraccionándola en pequeñas cantidades que a su vez enviaban a terceros a distintos puntos de la geografía nacional.
Así, señala la Guardia Civil que la mayor parte de esta sustancia era para la venta directa a los consumidores de la comarca de Don Benito, que "acudían a las inmediaciones del domicilio para comprarla, previo encuentro acordado adoptando medidas de seguridad".
Con toda esta información, en la mañana de este pasado lunes y coordinados con el Juzgado de Instrucción número 2 de Don Benito, apoyados por una veintena de agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic), llevaron a cabo el registro de la vivienda del sacerdote, en el que intervinieron 2.100 gramos de mefedrona, también conocida como ortomefedrona.
Se trata de una droga recreativa de diseño con efectos estimulantes similar a la metanfetamina o MDMA, más comúnmente conocida como éxtasis, y de la que se podría obtener en el mercado ilícito unas 8.400 dosis, calcula la Guardia Civil.
También se les intervino dos básculas de precisión, 3.370 euros supuestamente obtenidos de la venta de la droga y varios blísters con comprimidos de sidelnafilo, coloquialmente conocido por "viagra".