Un total de 23 testigos, cuatro peritos y los dos acusados del robo de las botellas de vino del restaurante Atrio de Cáceres, Constantin Gabriel Dumitru de origen rumano y con doble pasaporte de Países Bajos y Priscila Lara Guevara, de México, ambos en prisión, declararán en el juicio que arranca este miércoles en la Audiencia Provincial de la capital cacereña.
A las 9,30 horas se ha fijado la vista para saber si ambas partes llegan a un acuerdo de conformidad que evitaría la celebración del juicio. De no ser así, se fijará una fecha para llevarlo a cabo durante dos días en los que se intentará dilucidar qué pasó en octubre de 2021 cuando se produjo uno de los robos más mediáticos, la sustracción de 45 botellas de vino, valoradas en más de 1,64 millones de euros el pasado 27 de octubre de 2021.
Según la investigación policial, la mujer se alojó en el Hotel Atrio formalizando la reserva mediante un documento falso suizo. Luego, tras cenar en el restaurante junto a su cómplice, visitaron la bodega invitados por el personal, una práctica que es habitual con los clientes. Tras ello subieron a la habitación y, momentos después, el hombre abandonaba la estancia para dirigirse al sótano, hacerse con la llave maestra y meter los vinos en tres grandes mochilas. El jefe Superior de Policía en Extremadura, Alfredo Garrido, tiene claro que son unos especialistas. Es más, antes ya habían visitado Atrio tres veces y ensayado el golpe en Madrid. También fueron identificados y detenidos previamente por hechos similares.
A los dos investigados en esta causa se les imputa un delito de robo con fuerza en establecimiento abierto al público con la posible concurrencia de dos agravantes específicas, en concreto, el elevado valor económico y el valor cultural y artístico de lo sustraído. Hay que destacar que los ladrones se llevaron un ejemplar único, una botella de Chateau d’Yquem valorada en 310.000 euros. Los expertos sostienen que las botellas son tan exclusivas y difíciles de vender, sin levantar sospechas, que lo más factible es que estén en manos de coleccionistas privados con un gran patrimonio.
La abogada de los acusados, Silvia Córdoba, aseguraba que, cuando fueron detenidos en Croacia, los acusados no estaban huyendo, estaban de vacaciones.