Este sábado 23 de noviembre, a las 11 de la mañana en la localidad cacereña de Torremenga se realizará un acto de homenaje a dichos guerrilleros y la inauguración de un memorial en el cementerio, donde aún están sus restos, con sus nombres. El acto contará con la presencia de hijos, nietos, familiares y amigos, así como la presencia institucional de una representación de la Diputación de Cáceres, cuyo Servicio de Memoria Democrática financió el proyecto de localización y de los Ayuntamientos de Torremenga y Piornal, que han colaborado igualmente.
Este acto es el colofón de un proyecto promovido por la ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA DE EXTREMADURA (ARMHEX), para la realización de CATAS ARQUEOLÓGICAS PARA POSIBLE LOCALIZACIÓN DE GUERRILLEROS INHUMADOS EN EL CEMENTERIO MUNICIPAL TORREMENGA (CÁCERES) y ACTO CÍVICO DE HOMENAJE. En el marco del mismo, el pasado 5 de julio de 2024, casi 78 después, este proyecto de la ARMHEX (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura) trataba de localizar los cuerpos en una fosa común del cementerio de Torremenga y reparar la memoria de:
Alfredo Ramos Rufo (a) “Maestro”: Vecino de Piornal, de 43 años, jornalero y zapatero de profesión.
Valerio Serradilla Serradilla (a) “Coto”: Vecino de Garganta la Olla, de 34 años, jornalero y carpintero.
Ambos murieron el 4 de agosto de 1946 tras el asalto por las fuerzas franquistas al campamento donde estaban ubicados en el término municipal de Torremenga (Cáceres). Alfredo Ramos y Valerio Serradilla eran combatientes contra la dictadura y pertenecían a la 12ª División de guerrilleros, encuadrada en la 1ª Agrupación del Ejército Guerrillero Extremadura-Centro. Sus cuerpos fueron arrojados a una fosa común en el cementerio de Torremenga sin ningún tipo de identificación ni permitir a los familiares que se llevaran los cuerpos a sus pueblos o estar presentes en la inhumación. El proyecto ha contado con el apoyo del Servicio de Memoria Histórica y Democrática de la Diputación de Cáceres, del Ayuntamiento de Torremenga y del Ayuntamiento de Piornal, así como con los familiares. El equipo técnico sobre terreno ha estado formado por los arqueólogos y antropólogos, Ricardo Moreno y Sara Poveda, respectivamente, junto con el historiador, Ángel Olmedo, siendo un proyecto promovido y coordinado por Armhex y su equipo directivo.
La intervención ha consistido en la realización de dos fases de excavación para tratar de localizar los restos, una en julio y otra en octubre de 2024. Los cuerpos no han podido ser localizados en la zona donde documentalmente, según el acta de defunción del propio Registro Civil de la localidad, fueron inhumados: “Se encuentran enterrados en el Cementerio a tres metros y medio de la pared Oeste y a dos de la del Sur”. Se baraja como hipótesis que pudieran haber sido trasladados a otro lugar por las obras para habilitar enterramientos normalizados posteriores o que hubieran quedado debajo de los nichos que se construyeron en esa zona posteriormente.
El acto cívico de homenaje constará de dos partes una primera en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Torremenga donde tras unas palabras de Bienvenida, por parte de Nuria Mateos, Alcaldesa de Torremenga, intervendrán igualmente Javier Prieto Calle. Alcalde de Piornal, Fernando Ayala Vicente. Jefe de Servicio Memoria Histórica y Democrática. Diputación de Cáceres, Pura Ramos Calle, nieta de Alfredo Ramos Rufo, Juan José Serradilla López, nieto de Valerio Serradilla Serradilla y José Manuel Corbacho Palacios. Presidente de la ARMHEX, con la interpretación como cierre de una pieza musical a cargo del Colectivo Estímulo. En la segunda parte, sobre las 12:00h, el acto se desplazará al cementerio municipal, donde se procederá al descubrimiento e inauguración del Memorial con la placa dedicada a los guerrilleros, y una lectura de poemas.
La memoria de las víctimas de la dictadura franquista, su reconocimiento, reparación y dignificación, representan, un inexcusable deber moral en la vida ciudadana y es signo de la calidad de la democracia, tal y como establece la Ley 20/2022 de Memoria Democrática de obligado cumplimiento. La historia no puede construirse desde el olvido y el silenciamiento de los vencidos. El conocimiento de nuestro pasado reciente contribuye a asentar nuestra convivencia democrática sobre bases más firmes, protegiéndonos de repetir errores del pasado. El olvido no es opción para una democracia.