Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Subsector de Tráfico de Cáceres, han desarrollado una operación que ha concluido con la puesta a disposición judicial, en calidad de investigados, de los responsables de una empresa de transportes de viajeros por carretera de la provincia de Cáceres, por la supuesta comisión de los delitos de falsedad documental, estafa y simulación de delito. Inicio de las investigaciones.
La denuncia de un ex trabajador de la empresa, al conocer el supuesto uso fraudulento que en ella estaban haciendo de su tarjeta de conductor, llevó al Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT), del Subsector de Cáceres, a iniciar las investigaciones para el esclarecimiento de los hechos. La denuncia llegó igualmente a la Dirección General de Transportes de la Junta de Extremadura, a través de la Sección de Inspección de Transportes en Cáceres quien, para aclarar los extremos denunciados sobre la supuesta falsedad documental, requirió a la empresa de viajeros a fin de que presentara determinada documentación.
Sin embargo, un día antes de la expiración del plazo marcado para ello, la empresa de autobuses interpuso denuncia por un supuesto robo cometido en sus instalaciones, de documentación, tacógrafos, etc. Esta circunstancia, que limitaba la investigación en referencia a la falsedad documental, no fue impedimento para la continuación de las pesquisas policiales. Robo en las instalaciones de la empresa de autobuses Analizadas las grabaciones de las cámaras de seguridad, se pudo observar en ellas al supuesto ladrón, una persona encapuchada que recorría las instalaciones con total conocimiento de las mismas y sin portar ningún tipo de herramienta, que accedía a los vehículos que se encontraban ya abiertos y extraía sus tacógrafos en cuestión de segundos, sin provocar ningún daño en los mismos.
Mientras la investigación seguía su curso, en un dispositivo de control de vehículos establecido en una carretera de la provincia, se dio el alto a un autobús de la empresa investigada, el cual iba conducido por el titular de la misma. Al realizar una inspección en el vehículo, los agentes comprobaron que en el tacógrafo se estaba usando la tarjeta de conducción de otro conductor, ya jubilado.
Por otro lado, al tener contratada la empresa una póliza de seguro y poner en conocimiento de la compañía aseguradora la comisión del supuesto robo, iban a ser indemnizados con cerca de 8.700 euros, en base a las coberturas contratadas, lo que ha supuesto que a los responsables de esta se les atribuya, además, un supuesto delito de estafa.