Una investigación del Grupo de señalización celular en patologías clínicas de la Universidad de Extremadura (UEx) ha identificado una función no conocida hasta ahora del gen STIM1 en la reparación del daño en el ADN.
Su importancia radica en que un defecto en este gen, que le impide reparar el ADN de forma "eficaz", puede aumentar la probabilidad de desarrollar ciertos tipos de cáncer o mayor hipersensibilidad a algunos agentes utilizados en quimioterapia.
Así, los investigadores de la UEx han hallado que las células con un defecto en este gen STIM1 presentan una acumulación del daño en el ADN. Algunas mutaciones pueden conducir a que los sistemas de reparación no sean tan eficientes y, si la célula acumula una gran cantidad de daños en el ADN, a largo plazo puede transformarse en célula tumoral o puede sufrir un proceso de senescencia, en el que la célula no progresa, explica en nota de prensa la UEx.
El ADN no es una molécula estable, sino que "todos los días se sufren daño en todas las células y de forma masiva, tanto de forma endógena, derivada de la actividad metabólica, como exógena, ocasionada por agentes externos como el tabaco, el alcohol o la radiación solar, por ejemplo".
"Pero los mecanismos de reparación son "muy buenos y son además solapantes, es decir, si falla alguna proteína o algún mecanismo siempre hay otro adicional", explica Francisco Javier Martín Romero, investigador principal del grupo de investigación.
Las mutaciones en las proteínas, en los genes implicados en la reparación del ADN, pueden aumentar la probabilidad de desarrollar ciertos tipos de cáncer o de hipersensibilidad a algunos agentes utilizados en quimioterapia.
Por ello, con la investigación proponen a STIM1 como un nuevo candidato a ser tenido en cuenta a la hora de detectar de forma temprana este mayor riesgo de acumular daño en el ADN y en el caso de los pacientes que tengan que ser tratados con quimioterapia, seleccionar el tratamiento adecuado para evitar que el resto de células sanas del individuo se vean severamente afectadas, ha explicado Irene Sánchez López, investigadora del grupo y primera autora del estudio publicado en la revista Nucleic Acids Research.