El delegado del Gobierno en Extremadura, Francisco Mendoza, ha detallado que entre el 1 de enero y el 12 de marzo de 2023 en la región se ha experimentado un "considerable" incremento de víctimas mortales en accidentes de tráfico respecto a ese mismo periodo de 2022, a pesar de que el número de accidentes se ha reducido, con un total de 126 accidentes y de 14 víctimas mortales.
En concreto, en ese periodo de 2022 hubo 142 accidentes y en 2023 han sido 126 (61 de ellos en Badajoz y 65 en Cáceres), con un balance de 20 heridos hospitalizados y 19, respectivamente, mientras que el número de víctimas mortales ha pasado de cinco personas el pasado año a 14 en lo que se lleva de 2023 (10 en la provincia pacense y cuatro en la cacereña).
La causa conocida en los accidentes con resultado de muerte en lo que va de año fueron colisión frontal en tres casos, colisión frontolateral en dos casos, salida de vía en seis casos, alcance en un caso, y atropello a peatón a dos casos. La distracción durante la conducción es la causa de las salidas de vía, colisiones y vuelcos, y el exceso de velocidad es responsable de la gravedad de las lesiones.
Asimismo, no utilizar el cinturón de seguridad también agrava las lesiones y el riesgo de salir despedido del vehículo, como ha explicado Mendoza en una rueda de prensa tras la celebración en la Delegación del Gobierno de la reunión de la Comisión de Tráfico y Seguridad Vial y en la que ha estado acompañado de los directores provinciales de tráfico de Badajoz, Pedro Ignacio Martínez, y de Cáceres, Cristina Redondo.
A tenor del incremento en el número de víctimas en accidentes en lo que se lleva de año, Francisco Mendoza ha indicado que, en el seno de la comisión, han estado analizando cuáles son las circunstancias en las que se producen estos siniestros viales y que todos han alcanzado "las mismas conclusiones", que la totalidad de dichos accidentes se debe "generalmente al factor humano" y al incumplimiento de las normas o a las distracciones como el uso del móvil o la preparación del GPS mientras se conduce.
También al consumo de sustancias incompatibles con la seguridad y la "necesaria" atención al entorno, como alcohol y drogas, que "efectivamente" llevan a que los hábitos de conducción "se devalúen", y, en algún caso, provoquen accidentes con víctimas que algunos casos pueden ser mortales.