La Montería y la Rehala en Extremadura ya son oficialmente Bien de Interés Cultural. El DOE publica hoy el Decreto por el que se las declara BIC con la categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial
La montería surge en el medievo, adecuándose al biotipo del bosque mediterráneo. La importancia histórica de la montería se fundamenta en técnicas, valores, gestión ambiental, identidad, diversidad, etc. que han ido transmitiéndose a lo largo del tiempo. La importancia de la caza, y en ella la montería y la rehala, puede rastrearse a través de fuentes y obras literarias. Es a partir de la Edad Media cuando encontramos referencias que hace alusión a modalidades cinegéticas colectivas.
La montería necesita del conjunto de perros que componen las rehalas para su estrategia cinegética. En Extremadura, las rehalas se conocen con el término de recova. En el “Libro de la Montería” de Alfonso XI, se informa sobre cómo se realizaba la montería y se utilizaban los perros en época medieval, cuya organización recordaba a un dispositivo militar e identificaba al montero como aquel que tiene perro y lo suelta en la montería.