La organización agraria UPA-UCE Extremadura va a vigilar que los contratos de venta de la presente campaña de aceituna de mesa se formalizan con precios que al menos cubran los costes de producción.
Unos contratos que, recuerda UPA-UCE, son obligatorios y han de registrarse en la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) para proteger a los productores, especialmente en una campaña que llega con costes de producción "muy altos".
Así, la organización agraria señala que la climatología, la baja existencia de aceitunas en las industrias, junto a los gastos en la recolección provocan que sean necesarios este año unos precios "muy superiores" a los de la campaña anterior.
Por todo ello, advierte que estará al lado de los productores para "no permitir que se venda sin contrato y sin precio", vigilando que en los centros de compra cumplen con la ley de la cadena alimentaria, evitando precios por debajo del coste de producción, una práctica que está prohibida. En caso de que no se cumple, la organización denunciará estas "prácticas abusivas" ante la AICA.
Con respecto a la campaña, vaticinan que la climatología "dispar" que ha habido en Extremadura provocará que este año sea "muy desigual" en unas zonas y otras.
Por un lado, en la zona de Barros la producción en esta zona será "muy baja", y se verá aún más mermada con la ola de calor actual.
Otra circunstancia muy distinta es la que hay en la zona norte de Extremadura con la aceituna manzanilla cacereña. En este caso, tanto agronómicamente como climatológicamente al menos hasta ahora ha sido "normal", con lo que se espera una producción de "alta calidad" que se situará en torno a los 45 o 50 millones de kilos.
En todo caso, UPA-UCE afronta con cautela esta previsión debido a las altas temperaturas que se están dando este mes de agosto, de tal forma que se hace necesario que llueva antes del inicio de la campaña, prevista para final de agosto o primeros de septiembre.
