El antropólogo Tomás Calvo Buezas ha apostado por buscar símbolos que unifiquen a españoles y latinoamericanos como la Virgen de Guadalupe para frenar la creciente hispanofobia.
En este sentido, considera que el "mestizaje civilizador, no biológico, sino principalmente biológico-cultural", y cuyo "símbolo mayor" es la Virgen de Guadalupe, es "el camino" para el encuentro de españoles y latinoamericanos.
También "mirar al futuro más que al pasado", porque si bien subraya que hay "mucho de sombra", también hay luces en el pasado, aunque hay "mucho más que cooperar en el futuro", ha señalado en la presentación en Mérida de su libro 'Racismo, hispanofobia y cambios de valores en América'.
"Solamente así podemos encontrarnos y construir una fraternidad hispanoamericana", ha señalado el también sociólogo y profesor universitario, catedrático emérito de Antropología Social en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid y presidente fundador del Centro de Estudios sobre Migraciones y Racismo (CEMIRA) de la Complutense.
Del lado de iberoamérica, y especialmente de México, con la creciente hispanofobia que representan la presidenta Claudia Sheinbaum y su predecesor Manuel López Obrador, cree que resulta "imposible" esta reconciliación con la actual "base pedagógica" que recogen los libros de texto que sitúan la independencia de España como el hecho más importante de la historia de América Latina en todos los países, de forma que los "personajes más admirados" son sus liberadores.
Con ello, ni los líderes indios, como Cuauhtemoc o Moctezuma, ni los conquistadores Hernán Cortés o Francisco Pizarro, "son significativos en el imaginario de los escolares latinoamericanos".
Calvo Buezas ha recuperado una afirmación suya: "Hay que bajar al conquistador del caballo", con la que titulaba una entrevista el Diario HOY en 1979 que ha dado mucho que hablar a lo largo de la historia en el debate sobre el papel de los conquistadores y la reconciliación entre españoles e hispanoamericanos.
Una frase incompleta, porque el antropólogo extremeños, nacido en Tornavacas (Cáceres), en 1936, añadía un aspecto que hace alusión al mestizaje de culturas: "Hay que bajar al conquistador del caballo con espada y ponerle con su mujer india y sus hijos mestizos".
Imágenes de conquistadores a caballo como las que han sido derribadas en los últimos años fruto de la "pasión asesina, anticolonialista", que ve fuera de contexto, al considerar que "no se puede juzgar el pasado con los valores del presente".
A modo de ejemplo, se ha referido a la ciudad que acoge la presentación de su libro, Mérida, donde conviven los monumentos de su pasado romano y la devoción por la Mártir Santa Eulalia.
"Puedes estar en desacuerdo con lo que hicieron los romanos, que mataron a una mujer inocente", pero 2.000 años después en Mérida conviven el anfiteatro y el culto a Santa Eulalia. Por todo ello, espera que tanto españoles como latinoamericanos puedan reencontrarse "y ver lo positivo de nuestro encuentro y mirar menos a nuestro encontronazo juzgado en aquellos años, con aquellos valores".
EL FINAL DE UN CICLO ACADÉMICO
La presentación del libro ha contado con la intervención del vicepresidente segundo del Senado y expresidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y asimismo han asistido la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín, el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, o el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, entre otros.
Un libro que, en palabras de su autor, es parte de una trilogía, y supone, a sus 88 años de edad, el final de su ciclo académico. El objeto de este último son encuestas de valores aplicadas en América Latina en 2019, comparadas con una macroencuesta que realizó él mismo en 1993.
Otro es una encuesta aplicada en Cuba en 2019, y el tercero, el racismo y la inmigración en España, que compara encuestas de 2019, y 1986.
MENOS RACISTAS, PERO MÁS PELIGROSOS
Sobre este último, ha señalado que el racismo y la xenofobia, presentan dos miradas diferentes con el paso del tiempo. Por una parte, son menos los estudiantes que se declaran en público como xenófobos y racistas, pero con la aparición de partidos políticos que defienden ideologías anti-inmigrantes, es "más peligroso, porque se forman en grupos de poder y grupos de presión que pueden hacer políticas anti-inmigración xenófobas".
Respecto al futuro, cree que se avecina un periodo que "ojalá no sea largo" de "bastantes sombras", aunque se reconoce "muy optimista", por lo que espera que "al final saldrá el sol y triunfará la solidaridad".