El consejero de Sanidad, José María Vergeles, ha alabado el buen comportamiento en general de los ciudadanos en estas fechas que, en condiciones normales, estarían marcadas por la celebración del carnaval, pero sigue apelando a la responsabilidad ya que el coronavirus sigue ahí y el riesgo sigue siendo muy alto. Vergeles considera que es una pena que algunos no puedan pasarse por una UCI para ver lo que se vive allí, y que sabremos si hemos salido con bien en 10 ó 14 días. El consejero dice que el pico de la llamada tercera ola se pasó entre el 15 y 20 de enero y que vamos decreciendo, aún así, no hay que bajar la guardia y agradece a los alcaldes no haber organizado eventos del carnaval. Vergeles dice tenerle respeto, que no temor, a la fatiga pandémica, pese a la presencia de la vacuna, a que una parte de la sociedad entienda que la relajación de las medidas les lleve a pensar que no pasa nada y que en marzo pueda haber presencia de variantes más agresivas como la sudafricana y la brasileña. Y es que la ocupación en UCI está por encima del nivel de alerta, aunque en agudos la situación sea mejor. Vergeles cree que el proceso de vacunación ya se nota en residencias y colectivos sanitarios. En cuanto a las vacunaciones, esta semana se está realizando a grandes dependientes y cuidadores profesionales. Son entre 8.000 y 9.000 personas. El 99,9 por ciento de los grandes dependientes se podrán trasladar a los centros de salud, y los que no, lo harán en colaboración con los ayuntamientos y cruz roja con vehículos adaptados. En todo caso, en grandes poblaciones, cuando se empiece a vacunar por grupos de edad, se utilizaría recintos como las instituciones feriales de Badajoz, Mérida y Cáceres.