La historia arranca con un accidente laboral. Un operario sufre la amputación de un dedo; de hecho, necesita asistencia hospitalaria. Su esposa regresa a la nave industrial para recuperar la falange, por si los médicos pudiesen restituirla. La mujer se lo entrega a su marido cuando él regresa a casa. Él lo envuelve en un papel y lo lleva consigo a una cafetería; allí, por un despiste, lo pierde. Es una camarera del local la que se encuentra con el dedo amputada y da la voz de alarma.
La Policía Nacional se hizo cargo del caso. Gracias a la base de huellas dactilares, los agentes consiguieron dar con el propietario del dedo.
Es la historia más viral de la última semana en Galicia.