La Delegación de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia (CESM) acusa al Sergas de querer ‘criminalizar’ a los pediatras y médicos de familia de Atención Primaria respecto a las consultas telefónicas, que sustituyeron las presenciales, cuando fue la propia Administración la que las impuso al comienzo de la pandemia, al no disponer de otros medios de protección para los facultativos y los pacientes, ante la carencia de recursos materiales. El Sindicato Médico considera que los objetivos propuestos por el Director Xeral de Asistencia Sanitaria del Sergas, Jorge Aboal, constituyen un auténtico despropósito, puesto que alcanzar el 70% de consultas presenciales y reducir las listas de espera a una media de dos días es ‘totalmente inviable’, cuando ni siquiera se están cubriendo las ausencias de los profesionales. Explican -en este sentido- que cuando nos encontramos en medio de una pandemina, con las mismas plantillas que antes de la irrupción de la Covid-19, con mucha más carga de trabajo, una situación de estrés y agotamiento generalizados, y con trabajo atrasado al haber priorizado la lucha contra el virus plantear esos objetivos es sencillamente una ‘burla a los facultativos’. CESM Galicia concluye que plantear unos objetivos inalcanzables, como los propuestos por Aboal, sólo puede conducir a pensar que el único objetivo es ahorrarse el Complemento de Productividad Variable, de quienes ya doblamos turnos y hacemos muchas más horas de las que nos corresponden, como ha quedado demostrado con la pandemia.