Calculan que el veinte por ciento de los bares y restaurantes y la mitad de los locales de ocio nocturno se verán obligados a cerrar antes de que termine el año. Pablo Gallego, representante de los hosteleros, denuncia que siguen pagando impuestos sin recibir estas ayudas y reclama un plan de rescate para evitar que se hunda parte del sector y con ellos, poco a poco, el resto de la economía.