A las 7 de la mañana llegaba al Pasaje el primer dispositivo formado por Policía Local. Y una hora más tarde, la Policía Nacional. La Local para controlar el acceso a lo que quedaba de poblado chabolista y la Nacional para controlar el desmantelamiento.
Allí ya no estaba el último habitante del poblado, Gonzalo, que tras recibir recientemente la notificación de abondono obligatorio a fecha 31 de marzo por parte del Tribunal Supremo, había sufrido ataques de ansiedad y está viviendo en casa de un hijo en Santa Cruz.
Eso sí, en el poblado estaban dos hijos de Gonzalo Barrul para vigilar que nadie robara la chatarra que allí había. Después del operativo policial también acudieron más familiares e incluso el pastor de la Iglesia Evangélica Philadelpiha, Ricardo Jiménez, que justificaba en Onda Cero porque habiendo recibido la orden de desalojo con límite el pasado domingo, no habían abandonado el poblado los miembros de la familia Barrul.
También se ordenó el desalojo de la cetacea que está debajo del puente del pasaje, ya del lado de Culleredo y en la que vívia el hermano de Gonzalo Barrul, Arsenio, que se quejaba en Onda Cero de las promesas incumplidas por Costas.
Para la alcaldesa este es un día histórico para A Coruña. Asegura que desde que llegó al Gobierno local en 2019 han estado trabajando para conseguir desmantelar este poblado. Señala que no sólo se recupera el espacio para la ciudadanía sino que también se dan soluciones a las personas que vivían en este asentamiento.
Recuerda que en 2017 quedaban en A Pasaxe 35 familias a las que fueron acompañando hasta conseguir realojarlas. En 2022 ya se habían trasladado todas menos ese último ocupante, al que, según Inés Rey, el Ayuntamiento le llegó a ofrecer varias posibilidades que él rechazó constantemente.
Inés Rey destaca la labor callada de los gobiernos locales socialistas de los últimos treinta y ocho años. Además, agradece al Gobierno del Estado, que se encargará ahora de la limpieza y recuperación del espacio público marítimo-terrestre, con un presupuesto de dos millones de euros para una senda verde.
El portavoz de los mariscadores de O Burgo, Manuel Baldomir, recuerda que el desmantelamiento del poblado de A Pasaxe era también una reivindicación de su colectivo desde hace muchos años porque algunos de sus habitantes se dedicaban al furtivismo.